Esta vez no hubo efecto Casillas. Corea ha eliminado a España en los penaltis (3-5), a los que se llegó tras 120 minutos de partido sin goles en los que Al Ghandour y sus asistentes privaron a España de la victoria.

Anuló un golazo de oro de Morientes en la primera parte de la prórroga y el asistente, en la segunda, indicó fuera de juego en una jugada absolutamente legal en la que Luis Enrique se quedaba sólo ante el portero coreano.

Antes, Morientes había enviado al palo un hábil saque de banda de Joaquín. El bético fue el mejor de España, pero esta vez el fútbol fue injusto con él. Falló el penalti decisivo. España está eliminada y Corea se planta en semifinales. Es la historia de siempre. Nos quedamos en cuartos y ahora recordamos los errores arbitrales. Pero España fue incapaz de ganar, y eso es lo que cuenta.