Voro ha relegado a Mario Suárez a un papel casi residual

La situación deportiva de Mario Suárez en el Valencia está cada vez más negra. El centrocampista, que está cedido por el Watford, cada vez cuenta menos para Voro. El futbolista madrileño ni siquiera ha entrado al campo en los últimos tres partidos (Leganés, Atlético y Sporting) pese a que Voro no consumió en ninguno los cambios (sólo hizo dos). El pasado domingo apuntaba a titular ya que Enzo Pérez estaba sancionado y no había otro pivote defensivo en la convocatoria. Ni por esas. Es obvio que su situación en el grupo, con Voro, ha cambiado.
Mario llegó por petición expresa de Pako Ayestarán. De los tres partidos que estuvo con el vasco tuvo protagonismo pese a ser un recién llegado. También jugó dos de los tres partidos completos en la primera etapa de Voro. Y con Prandelli fue uno de los fijos: sólo se perdió 21 minutos en todo el periplo del italiano en el Valencia.

Pero en la segunda etapa de Voro, la actual, todo ha ido de mal en peor para él. Y eso que arriesgó su prestigio jugando de central en dos partidos (Osasuna y Espanyol) por primera vez en su vida. En medio de esos dos partidos realizó una publicación en redes sociales que no gustó a Voro y fue siguiente en los siguientes partidos (Villarreal y Las Palmas) aunque jugó en los dos. Volvió al once ante el Eibar (0-4) y se mantuvo ante el Betis, debido a la sanción de Carlos Soler. Desde ahí Voro ya ha contado menos con él: de seis partidos, sólo ha sido titular en uno (Alavés), debido a las bajas. En los tres últimos ni ha jugado.

“Supermario”, ovacionado en el Calderón
Uno de los detalles que más han llamado la atención de la relación de Voro con Mario Suárez llegó en el Vicente Calderón hace dos semanas. El jugador salió calentar a la banda y el Calderón le aplaudió a rabiar mientras que de la grada del Fondo Sur se entonaba el cántico “¡Super, Super, Mario!”, que acompañó al madrileño en su etapa de rojiblanco. Mario correspondió con aplausos a la grada y le hacía especial ilusión jugar unos minutos. Voro, a pesar del mal partido general y estar todo sentenciado no agotó los cambios y no le hizo jugar.

La situación de Mario Suárez en el Valencia ha podido vivir un antes y un después tras la publicación que realizó en una de sus redes sociales (Instagram) el pasado 10 de enero. El jugador venía de disputar el partido ante Osasuna, en El Sadar, como defensa central, una posición donde nunca había jugado y donde jugó obligado por las numerosas bajas en esa parcela del campo. Mario no tuvo una buena actuación, fallando en el despeje en alguno de los tres goles que recibió el equipo blanquinegro. Días después de jugar en Pamplona y un día antes de hacerlo contra el Espanyol (también como defensa central), el jugador respondió a un mensaje de ánimo de un amigo suyo de esta forma: “... Si tengo que volver a jugar ahí porque otro no quiere, aunque no haya jugado nunca, jugaré...”.
El mensaje enseguida se hizo viral ya que se entendía que señalaba a un compañero concreto de haberse borrado del encuentro contra Osasuna. Mario pidió perdón al grupo en privado y Voro dijo en rueda de prensa que se había equivocado. La situación era tensa en el vestuario, el equipo rozaba los puestos de descenso. Pese a que Voro siguió utilizando a Mario cuando lo necesitó, lo cierto es que su peso en el equipo ha ido disminuyendo hasta la situación actual. Lo normal es que el club no ejerza su opción de compra (6 millones) y vuelva al Watford.