Después de sumar tres victorias en los primeros tres partidos de clasificación, Alemania pretende cerrar el año con pleno de triunfos y no tendrá demasiados problemas para hacerlo. La campeona del mundo se verá las caras con San Marino, lugar donde conquistó su mayor victoria diez años atrás (0-13).
Joaquim Löw aprovechará este último parón de selecciones, que culminará el martes con un amistoso ante Italia, para darles descanso a titularísimos como Özil e integrar a nuevas promesas en la Mannschaft. Henrichs, Gnabry y Gerhardt, tres perlas que ya pusieron a prueba su poderío en las inferiores teutonas, debutarán esta noche con la absoluta, sumándose a jugadores como Süle, Meyer y Goretzka, que mostraron que la cantera teutona sigue floreciendo. Además, el seleccionador cuenta con bajas importantes como Kroos, Boateng y Neuer, por lo que seguirá variando su once y Ter Stegen será titular en la portería.
