DENTRO DEL VESTUARIO AZULGRANA
Momento para Joaquín Valdés
El psicólogo de Luis Enrique debe calibrar bien las sensaciones. Valdés es imprescindible y un hombre clave para el entrenador del Barcelona, sobre todo en estos momentos.
Lo pasó mal al principio de 2015 Luis Enrique. El equipo no acababa de arrancar, las críticas se acumulaban y las dudas sobre su primer proyecto en azulgrana lo estaban machacando. Hace poco el técnico aseguró que desde fuera se “dijeron muchas cosas que no eran ciertas”, pero lo que sí fue evidente es que la mano de Joaquín Valdés, su amigo y psicólogo, trató de asesorarle en esos momentos tan difíciles. Él es el único de los colaboradores que ha estado allá donde siempre estuvo el entrenador. Ambos, asturianos, conectaron muy bien. Ahora tienen mucho trabajo por delante. Tres derrotas, un empate y una victoria es el balance del Barça en los últimos cinco partidos y claro, con esos números, llegan las dudas.
La plantilla está tocada y toca lanzar mensajes positivos para revertir la situación. El último viaje a Madrid tuvo su miga. Si en la ida no se habló mucho (a diferencia de otras ocasiones) de lo que significaba el partido ante el Atlético y el regreso a casa más bien triste, el equipo llegó muy metido al Vicente Calderón. El tránsito desde el hotel de concentración al estadio fue el normal. La charla de Luis Enrique, aconsejado por Valdés, había tenido efecto. A siete partidos para que acabe la temporada (seis de Liga y la final de Copa), el objetivo, ya eliminados de la Champions, no es otro que revalidar los títulos conseguidos el curso anterior. Será necesaria la autocrítica, pero desde una vertiente positiva. De ahí el constante mensaje de Luis Enrique ante los medios. La figura de Valdés vuelve a ser importante en el vestuario del Barça.