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BETIS-GRANADA

N’Diaye castiga la cobardía de José González

El entrenador gaditano no apostó por el ataque cuando jugaba con uno más y el Granada sigue en descenso. El Betis pega buen un zarpazo para la salvación.

Actualizado a
N’Diaye castiga la cobardía de José González

Alfred N’Diaye castigó la cobardía de José González, temerariamente conservador en sus cambios durante una segunda mitad que su equipo, el Granada, jugó con un futbolista más desde el minuto 7 por expulsión de Vargas. Metido en su papel de aguantar y esperar algún golpe de suerte, el Betis encontró la victoria a balón parado cuando se llegaba casi al final. Los verdiblancos suman tres victorias y tres empates en los últimos seis partidos y se acercan a la salvación colocándose además provisionalmente en la mitad más alta de la tabla. El Granada seguirá al menos esta jornada en puestos de descenso.

Rayas rosas, fondo negro. El Betis vestía del color más chic en honor al Día Internacional de las Féminas, pero ni mujeres ni los hombres se harán béticas/os ni del Granada si tienen que aguantar primeras partes tan somnolientas, desprovistas de tensión, juego y sobre todo ocasiones como la que brindaron ambos equipos. Una ocasión medio clara, al final, de un buen Jorge Molina: el alcoyano había saltado al campo a la media hora y no porque mediaran lesionados, simplemente porque a Merino (como a todos) no le gustaba lo que veía. El cambio ‘pacojemista’ del técnico linense le puso media velocidad al ataque bético, que se movía al ritmo de ráfagas de Musonda (el belga no deja de enamorar) y Ceballos. En los visitantes, ni eso. Alguna llegada de tiro fácil para Adán y poco más.

La suerte es para los valientes. Ninguno había arriesgado en el primer tiempo y José González tampoco lo hizo en la segunda mitad aunque la jugara contra uno menos casi toda ella por una tontísima expulsión de Vargas, al que no se le notó el oficio que se presupone a sus 32 años. El entrenador gaditano renunció a atacar con más futbolistas y se dedicó a administrar el empate en busca de un golpe de suerte que llegó… pero para el Betis. Joaquín, que apenas la había tocado hasta entonces, botó uno de esos saques de esquina templaditos que tanto prodigaba en su primera etapa bética y N’Diaye, guinda a su buen año, remató imposible para Andrés Fernández. Es el segundo gol del franco-senegalés con el Betis, pero tan importante como el otro que marcó el año pasado, ante el Racing, en el primer partido de la entonces primera etapa de Merino como técnico bético.

En el descuento, el Betis consolidó su renta con el decimocuarto tanto liguero que hace este año Rubén Castro, ya con igualdad numérica por otra roja que no pareció a Andrés Fernández y Biraghi de improvisado portero.