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LAYHOON CHAN VISITA AS

Layhoon: “Cueste lo que cueste haremos un gran Valencia”

La presidenta del Valencia, Layhoon Chan, visitó AS para explicar el proyecto y las ambiciones depositadas por Peter Lim en el club de Mestalla. Quieren un futuro estable.

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Layhoon: “Cueste lo que cueste haremos un gran Valencia”

Layhoon Chan llega a la redacción de AS con la maleta a cuestas. De Valencia a Madrid y desde allí rumbo a Londres. Su agenda es un no parar. Su visita está programada desde hace semanas, en fechas en las que a su equipo le iba rematadamente mal. Nunca contempló cancelar la cita. En el año y medio que lleva como presidenta del Valencia ha aprendido que “el fútbol cambia cada tres días” y de hecho su visita coincide con la mejor racha del curso: tres victorias consecutivas, dos en Liga y goleada en Europa. Los resultados que cambian su estado de ánimo. Pero sus intenciones eran y son las mismas. Layhoon expone en AS el proyecto de Peter Lim. Hace autocrítica y absorbe toda sugerencia. Habla como si fuera a estar por Mestalla el resto de su vida y se pone seria para defender la honorabilidad y credibilidad de Lim y la suya propia. Entre otras reflexiones que desliza durante la charla, que por su interés se reproduce en formato pregunta/respuesta, deja una frase que define su hoja de ruta: “Cueste lo que cueste, haremos un gran Valencia”.

—Bienvenida a AS.

—Gracias. Lo tenía pendiente. Hace algo más de un año que Meriton llegó al Valencia y, tras visitar las redacciones de Las Provincias, Levante y Superdeporte, quería explicar nuestro proyecto a nivel nacional.

—Empezamos casi por el final: ¿por qué Gary Neville?

—No somos partidarios del cambio de entrenador. Quizás es algo arraigado en la cultura española, pero entendemos que cambiar muchas veces de entrenador es un desastre. En general, tomaremos las decisiones por nuestra propia convicción. Pero con Nuno, el contexto era complejo y se tomó una decisión consensuada.

Explíquese.

—Queríamos resolver un problema que no atendía a razones deportivas. No en su origen. A Nuno la afición le silbó en la presentación cuando veníamos de hacer 77 puntos. Le vinculaban con Jorge Mendes, aunque eso no era ni es un problema real. Pero como los resultados no fueron los deseados, todo ello afectó al equipo. Los jugadores estaban atemorizados en Mestalla y eso afectó a la relación entre técnico y futbolistas. Dejaron de creer. Hubo que tomar una decisión.

—¿Pero por qué Neville?

—En diciembre hay poco margen de elección. Nos refugiamos en Neville porque lo conocíamos. Sabíamos de sus virtudes de liderazgo y necesitábamos un motivador, alguien que reactivara al equipo y que encauzara la relación con la afición. Éramos conscientes de que no había entrenado, pero creíamos en él. Es un hombre de club y resolvió la división que había en ese instante. Era el ideal en nuestra opinión. Nosotros tenemos una plantilla muy joven, que no estaba acostumbrada a la presión que cayó sobre ellos y Gary era el ideal para gestionar esa ansiedad, aunque los resultados no han llegado hasta esta semana.

—Doce jornadas sin ganar, ¿no pensó en destituirlo?

—No se puede cambiar de entrenador por una racha cuando los jugadores creen en él. Creen en Neville. Entiendo la cultura de fútbol en España, pero creemos en lo que hacemos y seguimos una dirección si entendemos que es la correcta. Y con Gary íbamos bien. Ahora han llegado las victorias. Buscamos asentar un proyecto. El primer año fue mejor de lo esperado, este año no, pero vamos a seguir invirtiendo.

—¿Quién confeccionará el Valencia del año que viene: García Pitarch o Mendes?

—Suso (García Pitarch). De lo contrario no lo hubiéramos fichado. La salida de Rufete dejó un vacío de estructura y hemos empezado a construirla. ¿Por qué ahora? Es una decisión muy importante. Se trata de depositar en una persona la confianza de una inversión de cientos de millones. Entenderán que hay que meditarlo. Teníamos que sentirnos confortables Lim y yo. Llevo 25 años trabajando con Lim y lo único que sé seguro es que cueste el tiempo que cueste haremos un gran Valencia. Ojalá lo logremos en tres años, pero si es en cinco no pasa nada, lo haremos en cinco.

—Entonces, ¿cuál es la relación con Jorge Mendes?

—Jorge es amigo. La amistad es anterior a nuestra llegada al Valencia. El éxito de Jorge en el mundo de fútbol está fuera de duda. Pero él defiende su negocio y nosotros defendemos el nuestro. Tras la operación de Jackson Martínez bromeé con él y le dije: “A ver cuándo nos haces una como ésa”.

—¿Cree que se les ve más extranjeros sin Amadeo Salvo?

—Los aficionados con o sin Amadeo Salvo siempre nos van a ver como extranjeros. Estaremos siempre agradecidos a Salvo porque supo valorar nuestro proyecto. La relación es cordial. Pero no podemos depender de nadie más que de nuestras decisiones, lo que tenemos que hacer son bien las cosas para ganarnos la credibilidad de los aficionados.

—¿Cómo queda el Valencia en el reparto de televisión?

—Esa pregunta la debe responder el señor Tebas, que es el que está trabajando y mucho en ese proyecto. Lim está ayudando a la venta de los derechos en Asia. Desde la LaLiga se está haciendo el camino correcto. En Asia hay un creciente interés por el fútbol español. Empezó en 2010 a raíz del Campeonato del Mundo y continúa por ese interés que suscitan Messi y Cristiano. En Asia aún interesan más las estrellas que los clubes. El Madrid por ejemplo dio un salto cuando fichó a Beckham. Pero hay que trabajar para que el resto de clubes sean más potentes y los horarios son importantes. En Singapur, por ejemplo, se empezó a conocer al Atlético a raíz de una invitación que les hizo Lim en 2013 y los empresarios de mí país que visitan Mestalla quedan cautivados por el ambiente que se respira en nuestra casa. Hay que invertir en márketing.

—¿Cómo va el nuevo estadio?

Se está rediseñando el proyecto. Hubiera deseado heredar una parcela y no lo que está construido. Les hemos dicho a los arquitectos que hagan los retoques necesarios para que se parezca lo más posible a Mestalla. No vamos a construir un estadio sólo para mirarlo. Queremos que nos ayude a ganar partidos. Y no necesitamos 75.000 asientos, 60.000 se ajusta más a nuestras necesidades.

—¿Plazos?

—Somos dueños de la parcela. No tenemos obligación de acabarlo en ninguna fecha. Pero sí adquirimos el compromiso de poner los medios para que esté en la 2019-20. Pero quiero decir una cosa: nuestro plan de negocio no está en el nuevo estadio, nuestro modelo es invertir en el equipo, en hacerlo crecer y en apostar por la Academia, a la que destinamos 10 millones de euros.

—¿Por qué el Valencia?

—En 2009 hicimos una oferta por el Liverpool, pero el Royal Bank Scotland se decantó por los actuales dueños americanos. ¿El Atlético? Sí. Hubo contactos. Pero en 2012 ya hablamos con Manuel Llorente por el Valencia y luego empezó el proceso de venta de Bankia. Fueron nueve meses de difíciles negociaciones y puedo asegurar que después de todo lo que nos costó llegar, no estamos aquí para irnos en un año y no admito que se diga que vinimos al Valencia para llevarnos dinero.

—Le ha cambiado el tono y el rostro al decir eso.

—Respeto las opiniones y las críticas por la gestión deportiva. Incluso que haya debate por el precio de los fichajes. Pero hay una frontera, una línea roja, que no voy a permitir que se cruce: la de la honorabilidad. Ha habido acusaciones de que íbamos a hacer negocios con los traspasos y eso es falso. Meriton, Peter Lim y yo llegamos a Valencia como a otros países a invertir y nuestra carta de presentación es la reputación y la credibilidad. Cuesta años crearse una reputación y cinco minutos destruirla. El límite es la mentira con el único fin de hacer daño a la credibilidad. Entiendo las críticas hacia la gestión y más si los resultados no son buenos como este año, pero jamás que se ataque a la credibilidad y al honor.

—La última: ¿el futuro del banquillo pasa por Rafa Benítez?

—No podemos hablar de la próxima temporada.