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La intrahistoria

El padre del jugador uruguayo te espera en el aeropuerto

Rodolfo Suárez, chófer y residente en Montevideo. Previamente militar y futbolista, lleva pasajeros elegidos desde el aeropuerto y viceversa. Además, es el padre de Luis Suárez.

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Rodolfo Suárez, chófer de profesión y residente en Montevideo. Previamente militar y también jugador de fútbol, ahora lleva pasajeros elegidos desde el aeropuerto y viceversa. Además, es el padre de Luis Suárez. En la capital uruguaya no resulta tan extraño compartir el traslado al hotel con el padre de una estrella. El padre del Chino Recoba posee una flota y el de Paolo Montero también conduce coches. Que tu chófer sea el padre del jugador del momento, a una semana de volver a los campos de fútbol, tiene algo de casual.

Ser español y periodista de entrada despierta ya cierta curiosidad en Rodolfo. Poco a poco y a cuentagotas dice tener un hijo en Barcelona, después dice que juega al fútbol. Un hijo uruguayo futbolista ya hace sospechar. Podría estar en La Masía, pero no. Efectivamente el coche lo conduce Rodolfo Suárez, padre de Luis. Se muestra muy amable en todo momento y receptivo a charlar con AS aunque finalmente su hijo Luis le pide que no declare hasta que su debut sea oficial.

En el viaje da tiempo para comprobar la felicidad del padre por su actual estancia barcelonista. La familia no estaba contenta con las durísimas críticas que venía recibiendo en Inglaterra. Ahora están contentos porque ha encajado muy bien con los compañeros y especialmente por su excelente conexión con Leo Messi. Luis está convencido de que jugará frente al Madrid. Pese a ello su padre no viajará. El que asegura por todo Montevideo que su hermano marcará es Maxi, uno de los varones. Las hermanas regentan una panadería en la capital.

Un viaje agradable con un tipo agradable al que en su día molestaron ciertas informaciones sobre su vida y la de su hijo cuando era chico. Llegó a afeárselo a uno de los periodistas. Habla con Luis con cierta frecuencia y desea con fervor que triunfe. Pese a ello no dejará el taxi. Tiene decidido que, mientras tenga salud, seguirá trabajando independientemente de la plata que tenga su hijo.