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Mallorca 0 - Sevilla 5

Manotazo a Joaquín Caparrós

El equipo de Míchel puso de manifiesto la crisis mallorquinista con una goleada que encarriló con goles de Álvaro Negredo (2), Gary Medel, Botía y Luna.

Actualizado a
Los jugadores del Sevilla celebran el 0-3, obra de Medel. El equipo de Míchel se llevó una gran alegría en Mallorca.
Los jugadores del Sevilla celebran el 0-3, obra de Medel. El equipo de Míchel se llevó una gran alegría en Mallorca.miquel borrás

El Sevilla dejó anoche sentenciada una eliminatoria que ciertamente se le puso de cara desde el momento en que el Mallorca eliminó en dieciseisavos al Deportivo. Trece minutos duraron la dudas de quienes no descartaban que el cuadro balear disputase esta eliminatoria. Y menos de 30 minutos duró la misma oficialmente. El tiempo que tardó el Sevilla en aprovechar la alfombra roja tendida por el rival. En 26 minutos Negredo había hecho ya un doblete (primero de córner sin un defensa que le marcase y luego tras dos remates a bocajarro ante Aouate) y Medel había culminado una contra perfectamente llevada por Jesús Navas por la izquierda. 0-3 y eliminatoria ventilada. Tal era el enfado de los pocos mallorquinistas que se dieron cita en el Iberostar que hasta se escuchaban pitos. Mientras, Caparrós agachaba la cabeza en la banda, sabedor de la que se le avecinaba y del panorama que tiene por delante.

Porque una cosa es afrontar en plena crisis esta incómoda eliminatoria ante el Sevilla y otra la actuación que firmó ayer el Mallorca en los 90 minutos. Los de Míchel dominaban con absoluta comodidad. Grosera comodidad, para ser francos. De hecho, no les quedó otra que ir a por más para convertir la vuelta en menos que un trámite. Y es que lo del Mallorca ayer fue más que un ejemplo perfecto de cómo tirar la Copa. Quedaba una hora de partido (dos horas y media de eliminatoria) y ya ni veía al Sevilla. Los silbidos empezaron a aparecer en cada combinación forzada de los de Caparrós. Una tortura en toda regla. En contadas ocasiones pasó del centro del campo el conjunto local en la primera parte: a destacar un mano a mano de Arizmendi contra Palop con 0-0 tras fallo de Kondogbia (el guardameta detuvo el inocente remate del espigado delantero) y un piscinazo suyo en el área que Palop se encargó de anular con un paradón a Giovani dos Santos.

Sin reacción. Como si no hubiera habido descanso: a los tres minutos de reanudarse la 'disputa', Botía cazó un balón en el área y puso el 0-4. Nuevo esperpento de la defensa bermellona, que no acertó a despejar una suave falta sacada por Reyes desde la derecha. El utrerano sustituyó a Negredo en el descanso, que se llevó un susto en una jugada en la que pudo haberse lesionado. No fue nada, puede respirar Míchel y el sevillismo en general.

Todo lo contrario que Caparrós, a quien la goleada de ayer le deja tambaleando pese a que desde el club se insista en que de momento no corre peligro. No hace falta decir que en los dos partidos que restan antes de final de año se juega mucho, muchísimo. Le espera el sábado el Athletic y después una visita al Villamarín, donde nadie recibe regalos. El panorama del Sevilla se despeja, aún más tras el 0-5 que firmó Luna tras una nueva asistencia del incombustible Navas. Hasta el sábado, cuando reciba al Málaga, Míchel tiene para disfrutar. Su Sevilla respondió ayer con creces. ¿Continuará?