Es una ley casi inmutable que, a estas alturas de la Liga, el que lo necesita siempre gana a quien no se juega nada. Casi inmutable. Por eso, el Atleti, que necesita ganar para no depender del Villarreal-Valencia, confía en que el salvado Athletic tienda a la relajación, pero teme que San Mamés no permita a los suyos irse de vacaciones antes de tiempo. La emotiva resaca de la final de Copa obliga a los de Caparrós a ofrecer a su fiel afición una despedida digna.
Por eso, el Athletic saldrá con un once sin más novedad que las forzadas por las ausencias obligadas de Iraola y Aitor Ocio. Por lo tanto, la defensa sí será rarita, pero viendo cómo están los delanteros del Atlético casi da igual: ellos meten goles sí o sí.
Muchos recursos.
Así que el objetivo de los de Caparrós será aprovechar los espacios que suele dejar la defensa del Atleti, que vuelve a su ser tras el exitoso experimento ante el Valencia y uno no sabe si eso es bueno o malo. Heitinga y Perea vuelven al once, Ujfalusi al centro y Domínguez y Pablo al banquilllo. Para ello, los locales contarán con la intermitente y magnífica zurda de Yeste, el empeño del Lehendakari Toquero y, sobre todo, la calidad de Llorente, que no atraviesa su mejor momento, pero siempre es amenazante.
Aunque, claro, cuando llegan Forlán y Agüero cualquier otra amenaza parece menor. El uruguayo está en trance y parece dispuesto a llevarse el pichichi, la Bota de Oro y arrastrar al Atleti hasta la Champions suceda lo que suceda. Y Kun ha superado una etapa gris para enchufarse de nuevo en el momento justo de la temporada. El caso es que entre los 28 goles del uno y los 16 del otro suman 44, sólo dos menos que todo el Athletic junto.
Subido a sus espaldas, el Atleti es el mejor equipo del último tramo de Liga, con seis victorias en siete jornadas, y se ve en una situación que casi ni soñaba. Sólo dos cosas parecen capaces de frenarle: sus desapariciones súbitas, como el 5-1 de Santander que supone la única mancha (y qué mancha) en esta racha triunfal, y San Mamés. La Champions está en juego y no existe mejor lugar para ganársela.
Los de Abel podrían asegurarse acabar cuartos
Si los resultados le son propicios, el Atlético podría quedar clasificado para la Champions esta misma noche. Si los de Abel ganan en Bilbao y Villarreal y Valencia empatan en El Madrigal, la cuarta plaza será rojiblanca. Cualquier otra combinación dejará ese puesto en el aire hasta la última jornada en la que el Atlético recibe al Almería, el Valencia al Athletic y el Villarreal visita Mallorca. De los tres, el único que depende de sí mismo es el equipo madrileño, que será cuarto seguro si vence sus dos compromisos, hagan lo que hagan los demás. Si empata en San Mamés, seguiría bastándole con ganar al Almería si en El Madrigal no gana el Valencia. Si pierde hoy, sólo seguiría dependiendo de sí mismo si en Vila-Real empatan sus rivales.
