Nunca se había visto tan cabreado a Joaquín Caparrós en el Athletic como en la rueda de prensa de ayer en Lezama. "Estoy que trino, tengo muchas pulsaciones", comentó a los tres minutos de comparecencia. El motivo era Ustaritz. El central se entrenó con aparente normalidad y al acabar la sesión comentó al cuerpo técnico que tenía una sobrecarga en el abductor izquierdo. Al técnico le sentó a cuerno quemado por dos motivos: planeaba concederle la titularidad en el centro de la zaga y deja la sombra de si el defensa, víctima de varias lesiones este año, no se habría borrado del partido. El futbolista, por su parte, comentó a su entorno que llevaba con molestias en la zona toda la semana.

Es un secreto a voces que no hay química entre el prometedor defensa y Caparrós. No en vano, desde que ascendiese al primer equipo con Clemente, nunca había jugado tan poco como este año (once partidos). Hace unos meses, renovó su contrato hasta el 2013, pero se buscará una salida en forma de cesión este verano. Quiere jugar y sabe que el andaluz ha pedido el fichaje de dos centrales.

"Yo también le he visto como vosotros, ha venido diciendo que tenía el abductor cargado", contestó Caparrós al ser preguntado por el motivo de su presencia en el parte médico, cuando se había entrenado aparentemente sin molestias. El informe de la web tiene su miga: "El jugador ha presentado al finalizar el entrenamiento sintomatología compatible con sobrecarga en el abductor izquierdo".