El beso que puso fin al culebrón

El beso que puso fin al culebrón

Los lectores de AS vieron ayer la imagen que ponía ya casi el punto y final a un culebrón borrascoso, muy mal llevado públicamente por el agente del Pato y los dirigentes de Boca, un club por cierto sumido en la más absoluta de las ruinas. Ese beso del Pato con Torres digo yo que no sería el de Judas, pero sí que venía a poner paz a una relación final tormentosa, con cruces de declaraciones que han alimentado la confusión del vestuario, nada bueno en estos tiempos que corren en los que el equipo necesita romper una dinámica perdedora inquietante.

Abbondanzieri y el presidente se han llevado casi siempre bien, de hecho Torres no tardó ni 24 horas en ofrecerle verbalmente la renovación tras el histórico fallo contra el Bayern. Torres siempre ha dicho que esa palabra iba a cumplirse si el meta quería seguir, pero tan cierto ha sido eso como que desde el entorno del arquero se ha llegado a pensar (y hasta a dejar caer en público) que no acababan de verlo ya muy claro... Así están las cosas, con los 300.000 euros que decían los argentinos aumentados a los 400.000 que quería el Geta e igual con algún plus más si Boca consigue algún título. Ya con su Pato.