Cristiano llegó ayer a Manchester pasada la media noche, en vuelo privado desde Amsterdam (la espera de decenas de fotógrafos a la llegada de un vuelo anterior de KLM procedente de Holanda fue estéril). Dos miembros de la seguridad privada del United estuvieron custodiando la casa del jugador las 24 horas en previsión a que hubiera represalias por parte de los aficionados. Hicieron cambio de guardia e, incluso, pernoctaron junto a la cancela de la casa del crack.

La vivienda fue puesta en orden para la llegada de Cristiano Ronaldo por su cuñado, uno de sus mejores amigos. Se le vio salir al volante de un Mercedes hasta en dos ocasiones para ir a comprar a un supermercado cercano. Además de él, Cristiano se encontró a su llegada con algunos amigos ingleses que le esperaban para darle la bienvenida.

Hoy es el día en el que el portugués tendrá que pasar el mal rato de tener un careo con Ferguson. Las plantilla se entrena a primera hora de la mañana en Carrington y él debe estar allí. Cristiano ha puesto fin a sus vacaciones.