E l club, a la espera del plan de viabilidad que marque los pasos a seguir, por un lado; y, por el otro, aguardando que Price Waterhouse termine el estudio de cuentas para que los posibles inversores, entre ellos Blasco y Martínez, se decidan a entrar; está estancado, el 31 de julio se acerca a pasos agigantados y el margen para que lleguen soluciones es cada vez menor. El levantinismo está preocupado por el futuro del club y el primero en dar un paso al frente ha sido el Sindicato de Accionistas Minoritarios, que ha solicitado la convocatoria judicial de una Junta extraordinaria para conocer exactamente cuál es la deuda y la situación real de la entidad. Su presidente, Valentín Serrats, señaló a AS que incluso teme por la desaparición del Levante. "Creo que, a día de hoy, sí que corre peligro", manifestó.
Serrats explicó por qué van a tomar medidas judiciales. "Por el hartazgo de los accionistas como de todos los estamentos del club, sobre la situación en que prolongadamente se deteriora tanto el club como la institución. Querríamos cuanto menos llegar lo más dignamente posible al centenario", indicó. El SAM cree que la "solución más directa" sigue siendo la entrada de capital "para solucionar la crisis financiera" y denunció la "ralentización y eternización" de cualquier negociación.
El Sindicato tampoco entiende que la Ley Concursal se haya convertido en una palabra tabú. "Es un medio que te da el derecho, pero no se está utilizando por el Consejo y su máximo accionista y habrá que preguntarles por qué. Con el concurso de la sociedad existe un control judicial de todos los aspectos del club", manifestó el presidente del SAM.
Serrats insistió en denunciar la ralentización que le imprime la directiva granota a la búsqueda de soluciones y no entiende el motivo. "Esa pregunta habrá que hacérsela al Consejo. Con una sociedad endeuda, ésta se deteriora en sus activos, se acumulan los pasivos y se hace más difícil su venta. Todo va a peor si no adoptas medidas de corrección de tu situación, como puede ser la ampliación de capital, que parece que no le interese al máximo accionista, o la presentación del concurso", señaló.
Ayuntamiento.
En cuanto a la actitud del Ayuntamiento, los accionistas minoritarios creen que la promesa de Alfonso Grau del pasado 30 de octubre de que no permitirían el descenso administrativo del Levante puede ser vinculante para el Consistorio. "Todavía tenemos un mes y medio para que el Ayuntamiento ejecute su promesa, espero que esta vez sí que se cumpla", señaló Serrats. De todos modos, exculpó al gobierno municipal de responsabilidad de la crisis granota. "Al Ayuntamiento se le pidió un parrafito con la recalificación y el club ya lo tiene; se le pidió que avalara cuatro millones en diciembre y lo hicieron; los concejales han pedido saber en qué se gastaron los cuatro millones de euros de Ruralcaja y creo que todavía no lo saben; se le pidió otro aval y lo dio condicionado a otro del club el Consejo no se puede amparar siempre en una promesa", sentenció.
