Usted sabe lo que es ganar la Copa. ¿Cuénteme?

Recuerdo que estuvimos cinco días concentrados pensando en el partido. Muy distinto a lo de ahora, aunque también significaba poner el colofón a una gran campaña. Otras cosas son diferentes, como el escenario. El estadio del Elche es precioso, pero el Calderón es para mí el mejor posible.

Siga con la comparación...

Somos tan modestos como aquel Mallorca, pero el Getafe hace mejor fútbol. Allí dependíamos de Etoo, Pandiani e Ibagaza. Así ganamos la final, con pases del Caño, y Samu y Walter rematando. Aquí necesitamos igual de todo el mundo.

Vamos que el gol lo mismo lo mete el lateral derecho...

¿Yo? Para mí es la leche marcar en el entrenamiento, así que ni me lo planteo. Sólo quiero ganar y que marque quien sea. Ganar dos copas es una pasada. Soy un tipo con suerte, vine buscando tranquilidad y, sobre todo, divertirme. Desde luego que acerté.

¿Qué es lo mejor de disputar una final de la Copa del Rey?

Obviamente ganarla. Todo lo que rodea al partido es especial. La gente se moviliza, hay colorido, ganas. Las sensaciones son diferentes y hay que controlar las emociones. No se puede pensar en levantar la Copa antes de jugar.

¿Por qué este año sí puede venir la Copa para Getafe?

La experiencia debe servir para algo. No sólo lo digo por la final del año pasado. Haber jugado en estadios imponentes en Europa ante grandes clubes nos ha curtido. Nos dará calma y confianza. El año pasado afrontamos la final como una fiesta. Luego nos dimos cuenta de que había sido muy duro llegar para perderla y quizá no habría otra oportunidad. Por suerte llega pronto y tiene mérito en un club como éste.

Y tiene mérito que un obrero del fútbol como usted se denomina juegue su tercera final.

No me quejo. Hay otros que se lo han currado igual y no han jugado ninguna. La viviré en uno de mis mejores momentos. Estoy a tope, tanto física como mentalmente.

Un homenaje al trabajo...

A veces todo sale bien y yo ahora soy feliz. Además, en lo personal atravieso por uno de mis mejores momentos. Acaba de nacer mi hija Adriana y si ganamos, se lo dedicaré.

Pero los jugadores del Valencia también son padres. ¿Qué le parece el rival?

Tiene jugadores extraordinarios, pero veo que han perdido la identidad. Durante años han sido rocosos, difíciles de derrotar. Ahora son inestables, pero esto es una final y dependen de este partido. Llevan mucho tiempo pensando en la final.

¿Alguno que le preocupe?

La mayoría son internacionales. Si juego, me emparejaré con Mata que tiene calidad, hambre y es habilidoso. Querrá vivir su momento de gloria.

Gracias y mucha suerte.

A ustedes. A ver si las próximas fotos son con la Copa y yo llevo una camiseta azul.