"Estoy orgulloso, muy contento de poner mi granito de arena. Se me fichó para sustituir la vacante de (Gorka) Iraizoz y ya dije que iba a intentar ayudar en todos los aspectos, jugase o no jugase", ha dicho tras la sesión de hoy, la habitual de día después de partido, de recuperación para los titulares y más exigente para el resto.
Aunque no es muy partidario de valorarse a sí mismo, el guardameta que llegase al Athletic en el mercado de invierno y ya con 37 años cumplidos, ha reconocido que para él "estar jugando es un privilegio y una oportunidad" que no piensa "desaprovechar".
"A nivel personal es complicado hablar de uno. No me gusta, porque me da vergüenza y prefiero no opinar. El portero tiene que parar y yo intento hacerlo así cada domingo", ha dicho cuando se le ha recordado su actuación de ayer, clave para que su equipo mantuviese el 1-0 durante la primera mitad.
Después de que el Athletic se adelantase, Armando tuvo destacadas intervenciones, la mayoría ante su ex-compañero en el Cádiz Jonathan Sesma. "Tuve la ventaja de que jugué cuatro años con él y le conocía", ha comentado en tono jocoso y queriendo quitar importancia a algo que no cree que deba pasar de "una simple anécdota".
"Me siento a gusto, me encuentro bien. Las sensaciones que tengo son buenas", ha explicado, subrayando que "tenga poco o mucho trabajo, lo importante es que el equipo gane". "Que sumemos el mayor número de puntos posible y yo a aportar mi granito de arena", ha resumido.