Matar al mensajero. Es lo que hizo ayer el primer capitán del Barcelona, Carles Puyol, como respuesta a lo que considera responsabilidad de los medios de comunicación en torno a la lesión de Leo Messi.
Mediante un comunicado difundido a través de la web del club, Puyol abundó en sus declaraciones posteriores al partido contra el Celtic (1-0), el martes por la noche. "Lo que nos duele en el vestuario es comprobar cómo una parte de los medios de comunicación no se creyó las explicaciones que los técnicos dieron cuando Leo no fue titular contra el Atlético. Dijeron claramente que los médicos habían advertido que había que dosificarlo, porque estaba sobrecargado", argumentó el defensa, en referencia a la explicación de Johan Neeskens, antes del partido del sábado en el Vicente Calderón (4-2), ofreció para justificar que Messi fuera relegado a la suplencia. Frank Rijkaard y el secretario técnico, Txiki Begiristain, ratificaron la versión de Neeskens. "El lunes comprobé personalmente cómo se dudaba de esta versión cuando atendí a los medios en rueda de Prensa", recordó Puyol.
Reacción.
Tras leer en algunos medios sus declaraciones del martes noche y la reacción que provocaron, Puyol aclaró: "Que nadie interprete mis palabras en el sentido de que los técnicos se dejaron presionar por los medios de comunicación a la hora de hacer jugar ayer a Messi, porque yo no lo he dicho en ningún momento, ni lo pienso; todo lo contrario: los técnicos saben mejor que nadie qué es lo que conviene al equipo y toman las decisiones en función de toda la información de la que disponen".
Mala conexión plantilla-Medios
Carles Puyol pide respeto a los periodistas. Respeto para los técnicos y los médicos del Barcelona. Debe referirse al mismo respeto que los jugadores del Barça demuestran a los informadores que cubren a diario los pormenores de la plantilla. El respeto que hace que Ronaldinho -por ejemplo-, santo y seña del barcelonismo, no ofrezca una conferencia de Prensa en el club desde el 27 de agosto. O que Thierry Henry no haya dado aún ni una entrevista a un periódico deportivo. Y son sólo dos ejemplos al azar.
