Cinco años para un suplente

Cinco años para un suplente

El club confía en las capacidades futbolísticas de Ustaritz y Ustaritz confía en sí mismo. La consecuencia de todo ello es un nuevo contrato de bastante dinero, a tenor de la cláusula, y para cinco temporadas. La renovación se presentó ayer en Ibaigane. La Prensa puso algo de mala leche en casi todas las preguntas formuladas, aunque esas dosis no fueran dirigidas contra el futbolista. Sucede que la curiosidad que generaba ese tercio de su ficha sujeto a variables estaba alimentada por la realidad de Ustaritz en el equipo a día de hoy: es el tercero de la lista para ocupar uno de los dos puestos de central. Que sea uno de los suplentes más utilizados obedece sólo a que la pareja titular se suele cargar de tarjetas. También ha mediado alguna lesión. Pero en principio su sitio es el banquillo, según el criterio de Caparrós.

Con 25 años y aún pocos partidos en Primera, esta firma conlleva para Ustaritz un reto complejo: compite con dos compañeros con contratos asimismo largos, uno recién fichado y el otro renovado hace unos meses, y lo hace ante los ojos de un técnico que ya se ha pronunciado sobre esta cuestión y que también tiene otros dos años de contrato. Toda la fe que asegura tener en sí mismo le hará falta. Desde que AS diera la primicia del inicio de la negociación de este contrato, el Athletic ha disputado 16 partidos (1.440 minutos). Ustaritz: 548 minutos y nueve partidos, aunque en uno tuvo un minuto y en otro, tres. Sin duda, es un suplente de lujo.