La alegría nunca parece completa en el Barcelona. La satisfacción (y el alivio, a tenor del llamamiento popular del presidente, Joan Laporta) por la clasificación para las semifinales de la Copa del Rey se vio empañada ayer por la confirmación de que la lesión muscular de Carles Puyol va para largo. El capitán, que sólo pudo jugar la primera parte, se rompió el psoas de la pierna izquierda, y las pruebas que los médicos le hicieron ayer determinaron que estará entre tres y cuatro semanas de baja. Eso supone que Puyol se perderá al menos la ida de la semifinal de la Copa ante el Valencia y la de los octavos de final de la Champions League.

La baja del defensa obligará a Frank Rijkaard a recuperar el eje central formado por Rafael Márquez y Gabriel Milito, que tan buen rendimiento ofreció en varios partidos, mientras que tendrá más problemas para cubrir el lateral derecho, donde sólo dispone de Gianluca Zambrotta.