Si el algodón no engaña, como en el ya célebre anuncio televisivo del limpiador para el hogar, las estadísticas tampoco. Quienes sospechan de la marcada tendencia de Leo Messi por darle juego a Ronaldinho antes que a otros compañeros pueden ver ratificada su creencia en los números del argentino ante el Villarreal (1-0), una de sus grandes noches de fútbol: el Pulga dio 58 pases (45 bien y 13 mal), de los cuales 11 tuvieron como destinatario a Deco y nueve, a Ronaldinho. La diferencia entre uno y otro es que Deco estuvo los 90 minutos sobre el campo, por sólo 15 el brasileño.

Resulta evidente que Messi, uno de los más afines a Ronaldinho en el vestuario del Barcelona, está haciendo todo lo posible por intentar recuperar al hasta no hace mucho líder futbolístico del equipo. Por detrás de Ronaldinho y Deco, el compañero que más juego recibió del argentino fue Andrés Iniesta (seis), un dato nada sorprendente si se tiene en cuenta el carácter de todoterreno del centrocampista.

Relevo. El marcado ascendente que el juego de Messi va cobrando en el quehacer del Barça y la convicción popular de que ya se ha convertido en el relevo de Ronaldinho dentro del campo hace que los expertos hayan concedido al argentino la vitola de nuevo líder. Carles Rexach, que fue durante más de una década delantero del equipo blaugrana y como responsable de la cantera aconsejó el fichaje del niño Messi, considera que Leo "ya es un hombre que cuando el equipo no juega fluido se encarga de desatascarlo", y que será "un jugador básico para el Barça en el futuro".

Àngel Pichi Alonso, también ex delantero blaugrana, se rinde a los pies de Messi: "Es el nuevo líder futbolístico del Barça. Está al más alto nivel mundial, creo que no hay un jugador capaz de hacer lo que hace Leo, y que no me vengan con Cristiano Ronaldo. Ante el Villarreal hizo seis jugadas de crack. Ha alcanzado un nivel óptimo en apenas un partido y medio, después de un mes parado por una lesión".

Y, encima, quiere recuperar a Ronaldinho. Si lo consigue será canonizado.