Agüero es ya uno de los líderes de este nuevo Atlético y con sus actuaciones en lo que va de temporada está demostrando que ya ha recogido el testigo dejado por Fernando Torres. Primero se le llamó de urgencia, nada más terminar el Mundial Sub-20, para acudir al rescate de un Atlético que había hecho aguas en la ida de la Intertoto frente al Gloria Bistrita. Después, dejó sentenciado el billete a la UEFA con partidazo y gol para el 3 a 0 sobre la Vojvodina y ahora le ha echado una manita a su técnico tirando del carro rojiblanco.

Sus exitosas peripecias en esta Liga comenzaron en la primera jornada. Marcó en el Bernabéu, aunque a la postre no sirvió para puntuar, pero sí para dar su primer paso al frente en la Liga. Contra el Mallorca volvió a ser el mejor y en Murcia a punto estuvo de dar los tres puntos con su gol al cuarto de hora.

Heredero.

El domingo se bautizó definitivamente como heredero de Torres para la afición y para las defensas contrarias. Hasta cuatro eslaloms repletos de gambetas protagonizó el Kun frente al Racing, además marcó el gol de la tranquilidad, le dio el suyo a Forlán y hasta le dio para enzarzarse en el cuerpo a cuerpo. Tres faltas cometió Agüero, una prueba más de que estamos ante una nueva versión del crack argentino. Más metido, más motivado y más maduro. Tanto es así que tiene una apuesta personal con Javier Aguirre: "Duplicar el número de goles conseguidos el año pasado". Siete fueron, entre los seis sumados en la Liga y aquel inolvidable frente al Levante en Copa. Agüero se ha tomado muy en serio su nuevo papel y de hecho ya comenzó a dar muestras en el Mundial Sub-20. "Le noto más hecho, más maduro", comentaba el seleccionador juvenil albiceleste Hugo Tocalli sobre el Kun nada más recibirle antes de viajar a Canadá.

De tierras norteamericanas se volvió con el título bajo el brazo, además del de máximo goleador y mejor jugador. Agüero ha tomado consciencia de su importancia y de que es el ejemplo para muchos chicos. Institucionalmente ya la temporada pasada se vislumbró que sin Torres, el futuro era el Kun. No en vano fue ya el jugador que más camisetas vendió y junto a el Niño el que más hondo calaba entre los más pequeños. Ahora madura a ritmo de vértigo, ha puesto orden en su vida y ejerce incluso de cicerone. De hecho, prácticamente ha apadrinado a Germán Pacheco, el chico argentino de 16 años que ha llegado a las inferiores del Atlético desde Vélez Sarsfield.

El nuevo rol adquirido en el Atlético le está permitiendo, además, aparecer de nuevo en las listas de Alfio Basile y, como él mismo reconoce, con Argentina vale la pena ir siempre aunque sea para jugar dos minutos a miles de kilómetros, como sucedió en el último amistoso. Otra prueba de compromiso y de deseo, de ambición por convertirse en el crack que todo el mundo entendió que compraba el Atlético a Independiente por 23 millones.