La racha del Madrid salta a la Champions

Champions League | Real Madrid - Werder Bremen

La racha del Madrid salta a la Champions

La racha del Madrid salta a la Champions

jesús aguilera

El Werder Bremen llega tocado, pero nadie se fía: son alemanes

Vuelve la Champions y al Madrid se le nota la felicidad. Porque existe en el madridismo un sentimiento de propiedad hacia el torneo que se justifica con 300 partidos y nueve Copas de Europa, y con las historias que rodean los números. Vuelve la Champions y el Madrid cabalga con tanto entusiasmo que hasta le sonríe el caballo. Pero esta vez no es sólo el reencuentro, también es la reconquista: cinco años sin títulos y el Milán a sólo dos Copas de Europa. Es tiempo de volver.

Que el primer rival sea alemán hermosea el desafío. Porque existe una leyenda de equipos alemanes que se cruzaron con el Madrid y lo dejaron herido, equipos que la memoria llenó de futbolistas rubios y gigantes concentrados en el segundo palo. Hubo mil revanchas después, pero en el imaginario colectivo quedó esa amenaza escondida junto al coco, el hombre del saco y Klaus Kinski.

No importa en este caso la falta de antecedentes personales con el Werder ("isla del río"), equipo al que nunca se ha enfrentado el Madrid porque ese club, aunque fundado en 1899, sólo ha ganado cuatro Bundesligas, la última en 2004. Pero son alemanes, que es lo importante. Al menos de espíritu, ya que en el once inicial habrá únicamente cuatro germanos (uno negro), siempre y cuando se confirme la presencia de Mertesacker, que ayer tuvo que ser alimentado con suero y se ausentó lógicamente del entrenamiento. Si no fuera alemán descartaríamos su concurso, pero nació en Hannover y es rubio como la cerveza rubia.

Además, aunque el origen teutón se difumine del colectivo, queda la presencia: nueve de los futbolistas del Werder Bremen superan el 1,86 y en el cómputo general de ambas plantillas y equipos titulares, los alemanes son seis centímetros más altos que los madridistas. Parece poco, pero en ese pellizco cabe un mundo y un balón.

El favoritismo del Madrid se acentúa porque, además de la falta de alcurnia del rival, su momento no es boyante. El Werder Bremen ocupa el puesto 13º de la Bundesliga y viene de perder 3-0 contra el Borussia. Sin duda, echa en falta a Klose (fichado por el Bayern) y acusa dolorosamente las bajas por lesión de Frings (todocampista) y Carlos Alberto, futbolista contratado del Fluminense para renovar la ilusión y que todavía no ha tenido la oportunidad de demostrar nada.

Así las cosas, al Werder Bremen sólo le queda la magia de Diego, el mejor aliado de Robinho en el Santos y un futbolista con trazas de terminar en el Madrid, por estilo y por peinado. Tal vez sería una forma de completar a Robinho. Intuyo que Schuster ya baraja la idea.

Todos.

Por lo que se refiere al Madrid, el entrenador ha concedido al partido rango de cita de campanillas y ha concentrado a toda la plantilla, incluidos los lesionados. Es una buena forma de evitar las decepciones de los descartes, o de que se contagien las desilusiones. Se nota en cualquier caso la importancia que Schuster concede a su estreno en la Champions, la competición que nunca pudo ganar como futbolista, aunque estuvo cerca. Schuster, lo recuerdo, es alemán, rubio y obstinado.

Se espera que Robben tenga unos minutos, y conviene destacar este debut porque la maravillosa explosión de Sneijder nos ha hecho olvidar que el Madrid tiene otra joya en la recámara. Robben se anunció antes, y se anunció mucho, como uno de los pocos extremos que habían sobrevivido al fútbol moderno. Apetece ver eso. Apetece que pisen esa hierba.

Respecto al once, se esperan rotaciones. Parece que Marcelo tendrá su oportunidad en el lateral zurdo, lo que nos dará la ocasión de medir su altura. Gago puede relevar a Diarra en el centro del campo, lo que nos ofrece una versión más ofensiva e interesante del equipo. Arriba, Higuaín reemplazará a Robinho y Van Nistelrooy regresa después de haber estado a remojo contra el Almería. Me da la impresión de que la salud mental del equipo (y del técnico) pasa por las rotaciones, por mantener el estado de felicidad y de compromiso. Sólo así se puede manejar una plantilla tan amplia y tan competitiva.

De estreno.

Sneijder y Metzelder serán los otros debutantes con el Madrid en la Champions. Se trata de un holandés en estado de inspiración y de un alemán que no hace mucho ruido, pero que también impide que los enemigos lo hagan. Los alemanes son temidos enfrente, pero son talismanes cerca.

Sneijder ya es un motivo para pagar la entrada, pero los alicientes son muchos. Primero, el torneo. Luego el Madrid, y después la nacionalidad del visitante. Y también el Bernabéu. Vuelve la Champions y se reactiva el sueño eterno del madridismo: conquistar Europa, recuperar el terreno, volver.