Llega Francia y parece que también el trabajo, Iker. Usted vuelve a la portería tras el impasse Cañizares, pero en los dos partidos que ha jugado, apenas si ha tenido que intervenir. No se parece en nada a lo que ha vivido este año con el Real Madrid, siempre por los suelos.

Ha sido un año duro en el Madrid, tanto para mí como para mis compañeros. Pero no me voy a quejar. Si esas paradas hubieran servido para ganar títulos...

Pero convendrá en que en la Selección tiene menos trabajo que en Chamartín.

No creo que tenga nada que ver. Es un error pensar que un portero está más tranquilo porque no le tiren demasiadas veces. Que te chuten mucho te ayuda a mantener la concentración, algo que es básico en un Mundial, porque en un momento, por un gol tonto, pierdes un partido y te quedas fuera. Hay que estar atento a cada segundo.

Diga la verdad. ¿Esperaba una primera fase tan buena, con tres partidos ganados de tres jugados?

Ni siquiera pensamos en ello cuando llegamos a Alemania. Tenemos la lección bien aprendida, aunque suene tópico: vamos partido a partido, sin fijarnos más que en el siguiente rival. Pero no podemos ocultar que estamos contentos porque ha sido bueno empezar así, y no es tan fácil. Si hubiéramos empezado mal el Mundial, luego hubiera sido difícil recuperarnos.

Llegan los franceses, pues. ¿Hubiera usted preferido a otro rival?

Francia es un gran equipo, pero nosotros también. Para ilusionar a la gente, hay que ganarles a todos.

Su experiencia con Henry no fue de lo más placentera. Lo digo por aquel Madrid-Arsenal (0-1) de Champions League. Con gol de Tití.

No tengo buen recuerdo de Henry, al menos este año. Aquello fue duro. Pero este partido no tiene nada que ver con el del Bernabéu. Espero que esta vez sea yo el que me lleve el gato al agua.

Con la euforia y las ganas de hacer algo grande que hay, ¿por qué huye este equipo tanto del favoritismo?

Simplemente, porque España no ha hecho nada especial en ningún Mundial. Es una razón de peso. Lo máximo ha sido unos cuartos, y en superar eso estamos los que hemos venido a Alemania. Buscamos unas semifinales, una final y, por qué no, el título. Pero no nos podemos considerar favoritos.

¿Nota que España tiene más tirón ahora?

Somos una generación joven y parece claro que a la gente le gusta ver nuevos talentos. De alguna manera, España ha asistido a un relevo generacional en los últimos tiempos y eso siempre agrada cuando llegan triunfos.

Habla de relevo generacional. ¿A qué se refiere?

Por la razón que fuera, a partir de Corea se produjo una renovación de la Selección que ya había comenzado con Camacho, siguió con Iñaki Sáez en la Eurocopa de Portugal y ahora está culminando Luis. Este es un equipo que ha crecido mucho en los últimos años, pero que también está repleto de juventud.

¿Le cambió mucho la vida el Mundial de Corea?

Aquella fue una eliminación un poco rara para nosotros, bastante injusta. Sin lo que nos pasó con el árbitro, seguro que estaríamos hablando de una España más allá de cuartos. Pero a pesar del final negativo, aquel campeonato me hizo madurar muchísimo. Y a otros jugadores que están aquí, también.

Son todo halagos. ¿Le falta algo a esta generación para ganar el Mundial?

El equipo sigue creciendo, pero yo creo que lo tenemos todo. Grandes defensas, delanteros goleadores, mediocampistas que saben jugar...

Y un gran portero. Con muchísima experiencia, a pesar de tener solamente 25 años. ¿Se siente Casillas ya un veterano?

Pues la verdad es que sí, que me puedo considerar un veterano. A pesar de mi edad, pues soy joven y más para un portero, llevo mucho tiempo jugando con el primer equipo del Real Madrid y ya he pasado de los 60 partidos con la Selección. Por detrás de Raúl, el que más ha jugado de los que estamos ahora. Me siento orgulloso.

Queda mucho, seguro, pero ¿ha pensado usted alguna vez en una edad para la retirada?

Sí, claro que se piensan esas cosas. Muchas veces me digo a mí mismo que quizá los 35 años sería una buena edad.

¿10 años más en la élite?

Más o menos. Depende de cómo me encuentre.

Con ese ritmo batiría muchos récords, en el Madrid y en la Selección. ¿Se fija en los 126 partidos internacionales de Zubizarreta?

Es una marca realmente importante, pero no estaría mal batirla. Eso sí, será algo difícil. En España hay una gran cantidad de buenos porteros y es complicado mantener siempre el mismo ritmo, ir a tope.

¿Le cuesta más ahora hacer esas grandes estiradas suyas que cuando tenía 19 años?

Con la edad se crece en algunos aspectos del juego, como la tranquilidad o saber colocarse mejor bajo la portería, pero los años no pasan en balde. Son muchas temporadas tirándome al suelo y los huesos duelen ya bastante (risas). Quizá ya no tengo la misma vitalidad que a los 17, pero la que tengo, la manejo mejor.

¿Que tal la vitalidad de Raúl? Parece que vuelve al equipo...

Raúl es un futbolista fundamental y un ejemplo. Si no juega, hace vestuario.

Y Zidane, con Francia. Puede ser el partido de su despedida si España gana.

Sí, no es agradable que se tenga que despedir Zizou, pero es evidente que yo quiero que gane España, y si eso significa su último partido... Pero hay que tener cuidado con él. Ojalá no le salga el día.

Más reencuentros posibles: Ronaldo en cuartos. ¿Cree que está tan mal como dicen?

Ronie puede marcar en cualquier momento. Espero que le salgan las cosas perfectas, pero que no ocurra eso si nos enfrentamos en cuartos.

¿Puede ser una ventaja para usted conocerle bien de los entrenamientos del Madrid?

Cualquiera sabe. También puede ser un inconveniente, porque él me conoce como portero. Dejémoslo en que, entre lo que yo sé de él y lo que él sabe de mí, estamos empatados.

Ya que hablamos del Madrid, cuente si sigue las elecciones de la Casa Blanca.

Se trata de mi equipo. ¡Cómo no voy a leer noticias de él! Eso sí, ahora estoy completamente concentrado con la Selección.

No se inclina por ningún candidato.

Lo único que espero es que, salga el candidato que sala, los socios hayan acertado y que el elegido haga lo mejor por el Real Madrid. Que lo vuelva a poner en el camino para ganar títulos de nuevo e ilusionar a la gente.

¿Le vale comenzar con la Copa del Mundo?

Por supuesto. Eso también le daría una gran alegría al madridismo.