Raúl regresa al Madrid y la Real al drama

Primera | Real Madrid - Real Sociedad

Raúl regresa al Madrid y la Real al drama

Raúl regresa al Madrid y la Real al drama

alejandro gonzález

El capitán vuelve por la baja de Beckham. Nihat será suplente

Ronaldo dio ayer una conferencia de prensa con la intención de no generar polémica y consiguió lo contrario. Para evitar que sus declaraciones le metieran en "líos", Ronie echó balones fuera, fue lacónico y se expresó con seriedad rayana en la tristeza. El resultado fue tan sospechoso como que Raúl aprovechara su presencia ante los medios para contar chistes de Chiquito.

La sospecha es, naturalmente, que Ronaldo tiene las horas contadas, y por él mismo, para ser más exactos. Otros aseguran que lo único que reclama es cariño, pero está tensando tanto la cuerda que debe estar preparado igual para el abrazo más desencuadernante que para la incomprensión más absoluta. Como Ronaldo está a un gol de los 100 con el Madrid tendremos la ocasión de comprobar cuál es la reacción del respetable.

El caso Ronaldo invita a una reflexión. El futbolista no entiende que se le reproche su falta de esfuerzo cuando ha acabado las temporadas como máximo goleador y con números sobresalientes. Así que pide cariño como quien suplica el beso de la madrastra. Sin embargo, lo que demuestra el público con Ronaldo no es frialdad, sino el más absoluto romanticismo: para sentirse querida no le bastan diamantes ni flores (eso serían los goles), sino que exige compromiso diario, lo que podríamos denominar como bricolaje sentimental. Y de eso Ronie, poco. Se puede concluir, pues, que las partes necesitan un consejero matrimonial o un cena con zíngaros; mimos, en fin.

Sobre el papel, el partido, aunque le sirve para asegurar la segunda plaza, es de esos que el Madrid utiliza para hacerse un lifting y preguntar al espejo quién es, todavía, la más bonita del reino. Tras el empate en el Camp Nou, que supo a media victoria, recibe a quien más goles encaja de la categoría (57), al peor a domicilio (sólo ha sumado siete puntos) y también al que más veces ha perdido esta temporada (18, igual que el Málaga). Es decir, un rival en terrible lucha para no correr el mismo destino que ronda a los andaluces.

Como suele ocurrir, la baja de uno de los galácticos, en este caso Beckham (lesionado), despeja el camino del entrenador a la hora de hacer la alineación. Sin el inglés, López Caro podrá quitarse un peso de encima y dar entrada a Raúl, que no disputó ni un minuto en Barcelona y nadie sabe cómo ha sido. El capitán, que como siga tan simpático acabará presentando Los Lunnis, jugará por detrás de Ronie y flanqueado por Robinho y Zidane, sin estar claro qué banda ocupará cada uno de ellos.

No hay nada que oponer a la feliz reentré de Raúl, salvo señalar que para Cassano no corre turno. Termina la temporada y el italiano no ha tenido jamás la confianza del entrenador. A eso se le llama coordinación entre la dirección deportiva (Ramón Martínez y cía) y el técnico del primer equipo.

Por lo demás, Bravo ocupará el lugar de Roberto Carlos, sancionado, Mejía será pareja de Ramos y Cicinho se consolida en el lateral derecho. Baptista y Guti jugarán en el pivote. Otra vez, Helguera se quedó fuera de la lista, en la que sí entraron Pavón y el joven Adrián Martín. Que se aparte a un futbolista que no se calla y que multiplica su salario si disputa un determinado número de encuentros es, cuando menos, una fea coincidencia.

Dudas.

Si el Madrid anda preocupado por cuitas diversas, la Real se presenta como quien se dispone a saltar en paracaídas sobre suelo enemigo infestado de soldados con bayonetas mirando al cielo. La Real está en puestos de descenso y no se puede permitir una derrota porque quienes la preceden andan ligeros.

Bakero, que afronta su tercer partido como técnico (antes una derrota y una victoria), probó ayer con Stevanovic (y sin Nihat) como apoyo de Skoubo (buen futbolista, por cierto). Por detrás compondrá un equipo que, aunque sabe tocar la pelota (Xabi Prieto es el mejor ejemplo), está falto de consistencia. Sus problemas se parecen a los del Athletic: los niños de hoy quieren ser mediapuntas y los que iban para centrales se hacen remeros o jugadores de balonmano. Para colmo de traición a los viejos valores, la Real tampoco ha encontrado aún en la portería una solución de garantías. Riesgo, titular hoy, se define a sí mismo. Con ese panorama, sólo le queda el recurso de la pasión, de la historia. Su consuelo es que Bakero sabe mucho de eso.