El Hadary fue el faraón

Copa de África | Egipto 0 - Costa Marfil 0

El Hadary fue el faraón

El Hadary fue el faraón

carlos martínez / agencias

Egipto ganó en los penaltis y Drogba falló el suyo.

Antes que nadie, el presidente egipcio Hosni Mubarak levantó la Copa de África y después se la entregó a Hossam Hassan. El gesto de Mubarak escenifica al continente en el que la política va más ligada al fútbol. Como no hay día que no haya una declaración presidencial o de un ministro juzgando a seleccionadores y jugadores, no es de extrañar que el mandatario egipcio levantara la copa brevemente como si fuera un jugador más.

Ha asistido a algún entrenamiento de su selección, por lo que debió sentirse parte importante del triunfo. También por el palco apareció Mido para recoger su medalla, como antes de iniciarse el encuentro estuvo a pie de campo. Sus influencias, pese a la sanción, siguen siendo notables y no dudó en bajar a ras de hierba, aunque no le dejaron acercarse al banquillo. Se dio su baño de gloria, aunque menos del que esperaba, y no cruzó palabra con Hassam Shehata.

Fútbol hubo poco en la final por una razón fundamental: las taras de uno y otro equipo, que además son complementarias. Costa de Marfil es un prodigio desde el punto de vista físico, pero con el balón en los pies es una selección sin imaginación y con un manejo de la pelota muy discreto. Llegó hasta la final como el equipo más ordenado y con los latigazos de Drogba, pero ayer no lo encontró y cuando lo buscó le frenaron excepcionalmente los dos centrales egipcios. Fue decepcionante la actuación del delantero del Chelsea, que no ganó el juego aéreo en ningún momento de encuentro. Debe tomar notar Rijkaard del partido de ayer, por que le frenaron muy bien. Le aislaron y le defendieron por anticipación tanto por arriba como por abajo.

Del pasado.

Egipto, en cambio, tiene jugadores de buen manejo, pero con un par de velocidades menos de las que demanda el fútbol actual. Hace veinte años hubieran dado el pego; hoy, son carne de cañón para equipos de acero. A Barakat, elegido mejor jugador de África por la BBC, Ahmed Hassan, este un poco más acorde con los tiempos que corren, o a Aboutrika, les faltan un par de veranos para instalarse en el primer nivel. Son unos posturitas que aún no han entendido las exigencias de pensar en la velocidad que se necesita hoy.

Así que como los que sabían jugarla corrían poco y los que poseían velocidad y fuerza tenían los pies cuadrados como los robots, la final fue un tostón que pudo liquidar a Ahmed Hassan a poco del final de haber acertado un penalti que le detuvo muy bien Tizié.

Sólo salvó el espectáculo la hinchada egipcia, de lo mejor de la competición. Lo que se tuvo que tragar fue detestable si se habla de una final. Les queda el triunfo y sumar otro héroe nacional a su imaginario: el portero El Hadary, el nuevo faraón.