El derby de Pichichi Etoo

Primera | Real Madrid - Barcelona

El derby de Pichichi Etoo

El derby de Pichichi Etoo

En aquel palco, la tarde del Real Madrid-Mallorca, Florentino Pérez y Jorge Valdano, a la sazón director deportivo del club blanco, asistieron pasmados a un festival de Samuel Etoo. Ganó el equipo balear, por 2-3, y el camerunés marcó dos de los tres del Mallorca. En cada uno tuvo una dedicatoria, para el público y, sobre todo, para los ocupantes de los asientos de cuero, Florentino y Valdano, que tan poco hicieron por quedárselo en el Bernabéu. Señalando con el índice hacia la zona noble del estadio, Etoo aconsejó al presidente madridista y a su asesor deportivo que escuchara, para enseguida decirles "yo soy de aquí, yo debí quedarme aquí".

El verano se llevó a Etoo al Barcelona, ante la pasividad de un Florentino que no quería al camerunés entre los suyos y que argumentaba falta de espacio para otro jugador no comunitario. Y Etoo se fue, aunque con el corazón partido. "Voy a correr como un negro para poder vivir como un blanco", anunció en su presentación con la camiseta blaugrana. Pero Etoo tiene el corazón blanco, siempre soñó con triunfar como madridista, aunque la herida permanezca abierta y se vaya cicatrizando con un bálsamo azul y grana.

Ya suma 21.

El rendimiento de Etoo ha confirmado que la decisión de Florentino Pérez fue un error. Los 12 millones de euros que el Madrid se embolsó por el 50 por ciento del traspaso (era copropietario de los derechos del delantero, junto al Mallorca) parecen un chiste comparados con los 21 goles que Etoo ya ha sumado en 30 jornadas de Liga. Diego Forlán, en una temporada espectacular con el Villarreal, es su más próximo perseguidor, con 18 goles.

No son menos espectaculares las prestaciones de Etoo en sus apariciones contra el Real Madrid. Ocho goles le ha marcado, uno en la Supercopa, dos en la Copa del Rey y cinco en nueve partidos de Liga, el más cercano en el tiempo firmado el pasado 20 de noviembre. "Me volví loco, fue una de las alegrías más grandes de mi vida. Hubiera ido corriendo hasta Camerún", confesó al día siguiente de su primer clásico como barcelonista, un 3-0 en el Camp Nou.

Hay un plus de motivación en Etoo en sus enfrentamientos con el Real Madrid. Antes lo tenía para reivindicar su lugar entre los galácticos, consciente de que cada gol abriría si no el corazón, sí los ojos de los aficionados, que acabarían por reclamar su fichaje. Como esto no ocurrió, el especial interés de Etoo para el clásico es un cierto ánimo de revancha, si bien se cuida mucho de hablar mal del Madrid.

El mejor de África.

Etoo, que ha repetido por segundo año consecutivo como Balón de Oro africano, enmudeció el Bernabéu en su última aparición por Chamartín. Cada vez que cogió el balón se hizo un silencio, una actitud reverencial hacia los que se respetan. Todo comenzó a torcerse para el Madrid cuando el camerunés superó en velocidad a Raúl Bravo y marcó el primer gol. El contraataque lo propició un rechace, y Etoo lo culminó con potencia, velocidad y una buena definición ante la salida de Iker Casillas. Pero la joya fue el segundo tanto, que pareció pillar a la defensa madridista como en ese anuncio de televisión en el que los protagonistas se mueven a dos velocidades diferentes: Etoo recibió en posición de nueve retrasado, controló sin problemas, encaró a dos defensas, se los ventiló con sendos recortes y sacó un disparo implacable.

De momento y hasta el jueves, Etoo guarda silencio. Se sabe el gran protagonista de la semana, pero no está para declaraciones. Quiere que el Bernabéu se rinda a sus pies, se la tiene jurada a Florentino y no se guardará nada en el intento.