El 3-0 de Getafe ha conspirado esta semana contra la credibilidad del Zaragoza, pero el equipo dio la vuelta el viernes a la impresión de decadencia firmando las primas, que han muerto como excusa y argumento. Ese gesto regenera, siquiera virtualmente, el ánimo general. El nuevo Zaragoza de la paz y la concordia, el Zaragoza nacido de estos acuerdos de San Valero, se mide hoy con el Málaga, al que Antonio Tapia ha reinventado a partir de una teoría de contribución, sacrificio y defensa encarnada en los dos 1-0 consecutivos bajo su mandato.

Ese empujón ha sacado al Málaga del agujero en un par de semanas. Los dos equipos se prueban. Los dos están en medio de ninguna parte, en un desierto, que es un limbo peligroso. Quieren ganar para encontrar sus sitios. El Málaga llega a La Romareda de subida, aunque su recuperación le costará más que esas dos victorias iniciales. El Zaragoza duda a cada minuto; sube y baja con las jornadas.

Ahora el Málaga es una suerte de Frankenstein alegre, hijo del desconcierto generado por Manzano, el anterior entrenador, y de la necesidad, que Tapia está canalizando con inteligencia. En el Zaragoza, Víctor podrá alinear lo mejor, Estarán Zapater, Savio, Milito y también Álvaro, acatarrado, pero dispuesto.

5 meses sin ganar fuera

El Málaga lleva desde el pasado 19 de septiembre sin vencer a domicilio, desde que lo hiciera en la tercera jornada de Liga en el campo del Mallorca (1-2). Eran buenos tiempos para el conjunto andaluz, que comenzó la Liga muy bien y después entró en una crisis mortal: un solo triunfo, frente al Levante, en doce encuentros.