El joven portero del FC Barcelona no ha tenido más remedio que disculparse. Porque lo cierto es que sólo a él (su agente Orobitg, quizás debería haberle avisado) se le escapó que su decisión de no acudir a entrenar el sábado con el Barcelona B, ni a jugar el domingo por tanto, no era correcta. Ahora tendrá que esperar la sanción definitiva del club. "Asumno mi responsabilidad y pido perdón", ha comenzado diciendo en rueda de prensa.
"Quiero disculparme ante mis compañeros del primer equipo y todas las categorías del Barcelona, luego lo haré personalmente. También pido perdón al club y a la afición", ha resaltado.
"Fue una decisión personal"
"Mi entorno no ha tenido nada que ver. Ni mi familia ni mis amigos ni mi agente", ha puntualizado.