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ARSENAL 3-VALENCIA 1

Emery toma ventaja a cañonazos

Diakhaby adelantó al Valencia en Londres, pero el Arsenal remontó con un doblete de Lacazette y un gol del gabonés en el descuento.

Actualizado a
Emery toma ventaja a cañonazos

El Arsenal tomó ventaja en la semifinal por la pegada de Lacazette y Aubameyang. Mucha ventaja, la verdad. El Valencia pecó de inexperiencia en el Emirates y tendrá que remontar en la vuelta los dos goles que lleva de desventaja. Su consuelo es el gol de Diakhaby y, sobre todo, que a Bakú se va por Mestalla. Pero dolió y de qué manera el último tanto de Aubameyang, por llegar en el descuento y por lo que empina la eliminatoria. Emery echó mano de sus cañoneros para darle otro disgusto a Marcelino, contra el que gana más que pierde y al que le hizo tres goles como sólo este año el Atlético de Simeone. Ello, a pesar de jugar el Valencia con seis defensas. A Bakú se va por Mestalla, sí, aunque hoy está más cerca el Arsenal.

Marcelino sorprendió a todos con su alineación. Suplir la baja de Coquelin con sistema de tres centrales y dos carrileros era algo que estaba presente entre las alternativas, pero no que usara para ello a seis defensores en su once. El asturiano ubicó a Diakhaby como compañero de Parejo, con Garay, Paulista y Roncaglia formando la primera línea y Piccini y Gayà en banda. La variación táctica de Marcelino generó de primeras un cortocircuito mental en Emery y más aún en sus futbolistas, que fueron sometidos durante un cuarto de hora. Ahí el Valencia pudo asestarle una cornada mortal a los británicos. Porque más allá del gol de Diakhaby, que hizo valer su envergadura, tuvieron el gol en sus pies, por este orden y a cuál más clara, Garay, Parejo y Guedes. Pero no definieron como debieran y en Europa no se perdona.

Los aficionados ingleses callaban por no pitar y el millar de valencianistas gozaba como niño en parque de bolas. Pero Lacazette cambió la fiesta de bando. Sus goles achicaron a un Valencia que se pasó ya casi el resto del partido deseando que llegará el final. Sobre todo, un Roncaglia al que le vino grande el francés y el partido en general. Aubameyang le ganó en carrera en la jugada del empate como moto a bicicleta y Laccazete le tomó la espalda con pasmosa facilidad para poner en ventaja de cabeza al Arsenal (con intervención del ojo de halcón).

Guedes no estuvo en modo estrella ni a Parejo le duraba el balón en los pies. Suerte que, tras el descanso, Lacazette salió menos inspirado. El francés tuvo por dos veces a tiro el hat-trick, aunque ahí Neto salió al rescate de los suyos como en tantos otros partidos en lo que llevamos de año. Marcelino no cambió su planteamiento de partido ni con la salida de Gameiro y Wass. Pero con ellos el Valencia, al menos, trenzó dos ataques en condiciones e inquietó a Cech por mediación de Gameiro. El partido llegaba a su fin y el Valencia no tenía otra cosa mejor que hacer que darle valor al cabezazo de Diakahby. De nada le sirvió a Marcelino sus seis defensas. Cañonazo de Aubameyang en el añadido. Épica en Mestalla o adiós.