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CUARTOS | TOTTENHAM 1- CITY 0

Pochettino maniata al City

Son marcó un golazo en el estreno europeo del nuevo estadio. Kane se marchó lesionado y Lloris paró un penalti a Agüero. Brillante planteamiento de Pochettino.

Actualizado a
Pochettino maniata al City

La primera parte de una eliminatoria que se va a jugar tanto en los banquillos como sobre el césped se la llevó el Tottenham. Lo que planeó Pochettino salió a la perfección aunque el City podría haber dado una estocada crucial si Agüero hubiera marcado un penalty cuando el partido estaba por definirse. Así se escriben las páginas europeas: no se permiten errores graves.

El Tottenham, que aprendió de la derrota en la liga en octubre cuando Ederson se hinchó a jugar en largo para evitar la presión alta, decidió esperar al City en la zona de tres cuartos con líneas muy apretadas: los delanteros pendientes de que Gundagan y Fernandinho no recibieran con comodidad y la defensa muy adelantada. Además rompía a correr cuando robaba. El City, que no pudo convocar a Bernardo Silva por lesión y dejó a de Bruyne en el banquillo, tenía problemas para elaborar.

Así se iba definiendo el partido hasta que el VAR puso los focos en una jugada que no tenía nada que ver con el desarrollo del partido. Es lo que tiene dejar que la tecnología tenga voz. Acentúa lo que casi nadie observa, en este caso una mano despistada de Rose. El lateral se tiró al suelo para bloquear un tiro de Sterling: penalty. Hugo Lloris necesitaba un momento de gloria para sacudirse las dudas que llevan varios meses invadiéndole. Se tiró a su izquierda y hacia allá fue el balón templado y poco elevado de Aguero. Volvía todo a empezar. Ni David Silva era capaz de construir puentes, ni la opción de poner al lateral Delph por dentro para ayudar a sacar el balón daba soluciones.

La segunda parte empezó a otro ritmo. El City subió la intensidad y los equipos se alargaron. Se chutaba a puerta, se robaba y se salía a la contra. Se jugaba cerca de las dos áreas. Y en estas se lesionó Harry Kane. Le tocó a Dele Alli liderar el ataque pero el Tottenham se quedaba sin el tipo que ayudaba a descargar el juego con lo que, sin querer, empezó a echarse atrás. Pero contrario a la dinámica que se empezaba a establecer, la calidad (buena y mala) marcó un cambio de tuerca. Eriksen encontró a Son con dulzura. A este se le fue el control pero Delph se despistó creyendo que el balón había salido y el coreano aprovechó para buscar el ángulo y chutar con la zurda. El balón entró con fuerza por debajo del cuerpo de Ederson. Y lo que quedó fue el resultado soñado por Pochettino.