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CÁDIZ - NÁSTIC

Reparto de puntos entre dos equipos necesitados

El Cádiz sigue con sus problemas con el gol y no consiguió aprovechar su superioridad sobre el terreno de juego. Suárez rescató un punto para el Nàstic.

Actualizado a
Cádiz - Nástic
ALVARO RIVERODIARIO AS

Como todo duelo de necesitados, los nervios de ambos equipos suelen hacerse visibles desde el pitido inicial. Las pierna acostumbran a temblar y las imprecisiones suelen ser protagonistas. En el caso del Cádiz, desde el inicio mostró una seguridad con el balón que en toda la temporada no había demostrado tener. En la primera media hora fue dueño y señor, sin crear demasiadas ocasiones pero sí dominando con claridad. Poco a poco se fue desinflando.

Al cuarto de hora de partido, tantos acercamientos amarillos tendrían recompensa con el derribo dentro del área visitante de Djetei sobre Kecojevic, señalando Ais Reig el punto de penalti prácticamente sin dudarlo. Álex Fernández engañaba a Becerra para poner el 1-0. Seguía el dominio cadista pero sin generar peligro. Muchos pases de banda a banda pero sin poner en aprietos al meta del Nàstic. La falta del último pase condenaba a un Cádiz que no encontraba el camino hacia el segundo gol.

No sentenciar el partido traería consecuencias para el equipo de Álvaro Cervera, ya que Luis Suárez, en el 32, aprovechaba un despiste de la defensa local para recibir ante Cifuentes un pase de Coris y batir por bajo para hacer el gol del empate. El rol de ambos equipos no iba a cambiar tras el gol, ya que seguía siendo la escuadra gaditana quien llevaba la iniciativa pero sin saber cómo crear peligro. Álex, con un disparo cruzado al filo del descanso, protagonizó la jugada más peligrosa.

La segunda parte iba a tener prácticamente el mismo guion, metiendo Cervera en el campo a Jairo y Salvi para dar refresco a las bandas. Debutaba el extremo cedido por el Girona con buenas sensaciones y era quien más peligro creaba ante un Nàstic que se defendía como buenamente podía y esperaba un contragolpe que no llegaba. En algunos tramos de partido, los de Gordillo aumentaban el nivel de intensidad en la presión, pero esa irregularidad permitía a los amarillos llegar a zonas peligrosas.

En los minutos finales, una y otra vez lo intentaba el equipo cadista por ambas bandas, sobre todo por la izquierda, pero los centros no eran del todo bueno y, cuando había remate, tampoco era bueno. Carranza se impacientaba mientras veía que su equipo no conseguía romper la débil defensa de un Nàstic que hacía bueno el empate pero que en el último suspiro tuvo la oportunidad de ganar con un mano a mano de Uche. Finalmente, reparto de puntos.