Uruguay y Rusia ya están en octavos tras sumar dos victorias en dos partidos. La selección de Tabárez lo ha logrado, sin brillo, con el oportunismo de Giménez y Suárez en dos córners (sigue el partido en directo en As.com). Y la de Cherchésov, que tiene el peor ránking FIFA del Mundial, gracias a dos exhibiciones ofensivas. Ahora, podrían relajarse y rotar, como es costumbre. Sin embargo, no están por la labor.En la siguiente ronda se cruzarán con España, Portugal o Irán y, tirando de estadísticas y sensaciones, han llegado a la conclusión de que La Roja, por potencial, podría acabar en lo más alto con el peligro que conlleva. Por eso, ser líderes es su obsesión, aunque no garantice nada: ese grupo B se resuelve horas después.
Los medios uruguayos aseguraron el miércoles que Tabárez, por lo que pudieron espiar a puerta cerrada, iba a realizar ocho cambios. El jueves fueron retocando esas informaciones y anunciaron cuatro. Y ya, en pleno de fin de semana, se limitaron a decir que Giménez era baja y que, como mucho, Laxalt y Torreira iban a darle otro aire a la criticada medular. “¿Quién se puede permitir el lujo de descansar?”, dijo el técnico tras recordar que sólo vale la victoria y después de apelar a la Copa América 2011, en la que tras otro inicio mohíno su equipo fue campeón. A Rusia le sucede lo mismo. Cherchésov no se atreve a frenar la euforia ni el hambre de Cheryshev (tres goles). Un empate le daría el liderato con el que ponerse más tarde ante la tele dispuesto a conocer a su próximo rival. Ninguno será fácil. Como Uruguay, sabe que Portugal ofrece una gran preocupación, pero está focalizada (Cristiano). Los peligros de España son numerosos y más difíciles de descifrar.
