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VALLADOLID 3 - HUESCA 2

El Real Valladolid "Mata" a un Huesca que nunca se rinde

Mata, el máximo goleador de la Liga, hizo otros dos tantos, 23 en 27 partidos, y dio la asistencia definitiva a Plano para sentenciar ante un Huesca (3-2) que no se rindió jugando con 10 y que llegó a empatar tras un 2-0.
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El Real Valladolid "Mata" a un Huesca que nunca se rinde
ASTV

El Real Valladolid se llevó un partido emocionante que tuvo de todo y se decidió en los últimos minutos después de una exhibición, una más de Mata, y con un líder que pese a jugar medio encuentro con uno menos no se rindió y logró empatar. La expulsión de Chimy no decidió el encuentro. Más bien al contrario, el Huesca jugó 35 minutos muy bien, pudo ganar e hizo honor a su condición de líder pese a la siete bajas con las que viajó a Zorrilla.

Jaime Mata brilló en la primera parte completando el buen trabajo de todo el equipo blanquivioleta. El máximo goleador de Segunda (23 goles en 27 partidos) aprovechó la primera que tuvo. Hervías entró bien por la derecha, le dio el pase a Antoñito que remontó la línea de fondo, con caño incluido a uno de los defensas, y puso el balón atrás donde el forcejeo entre Pulido y Mata se lo llevó el punta que batió a Remiro. No pararon ahí los blanquivioletas, Gianniotas entró por la izquierda y puso un balón atrás que no pudo rematar el nueve local. 20 minutos tardó el Huesca en asomarse a la portería de Masip. Alex González lo intentó desde fuera del área y el balón se fue fuera, como le ocurrió a Chimy. El partido se equilibró un tanto, pero el equipo de Rubi no llegaba a inquietar a Masip. Sólo Ferreiro hizo trabajar al meta local antes del segundo tanto de Mata. Kiko Olivas se aventuró desde su área y puso un balón largo sobre la espalda de Jair, donde llegó el máximo realizador para batir como un killer auténtico a Remiro. El Valladolid volvía a tener una efectividad extrema y parecía encarrilar el partido. Más cuando en el último minuto Chimy se autoexpulsó. El argentino sufrió un par de faltas que no fueron pitadas y pidió una tercera que no pareció. Calero le recriminó la acción y el punta oscense le metió la cabeza en la barbilla al central, que se fue al suelo. Pizarro Gómez, a instancias de su línea, no tuvo más remedio que expulsar al suramericano.

En la segunda parte, el Huesca tuvo la personalidad de querer buscar la portería contraria y encontrarla. Luso cabeceó solo, pero fuera. Los de Rubi empezaron a buscar a Gallar, a Melero como el camino más efectivo para alcanzar el área local y lo encontraron. Moi probó desde lejos a Masip, Melero desde cerca, de cabeza, pero el que acertó fue Luso. Disparó desde 30 metros, el esférico rebotó en Calero y el balón se coló en la red. Los cambios del Valladolid parecieron revitalizar al equipo. Se acercó a la portería de Remiro, pero sin peligro. Tampoco tenía miga un centro de Melero que golpeó en el brazo de Kiko Olivas. El trencilla no se lo pensó y señaló un penalti que se encargó de transformar Melero. Los blanquivioletas se fueron a por la victoria. Plano, que estuvo brillante entrando desde el banquillo, controló un esférico en el área, se revolvió y lanzó, pero se encontró con Remiro, justo antes del gol de la victoria. Moyano, cada día mejor como lateral zurdo, colgó el esférico sobre el pecho de Mata que, de espaldas, le dio una asistencia maravillosa, por encima de los centrales, a Plano para que fusilara al portero oscense y corroborara la buena racha pucelana en casa, mientras que el Huesca vuelve a caer después de 10 partidos sin conocer la derrota, pero sigue cómodamente en el liderato.