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OVIEDO 2 - SPORTING 1

Mossa, Príncipe de Asturias

El Oviedo, que fue superior en juego y también en ocasiones, remonta con dos goles del lateral al Sporting y con eso se lleva el derbi asturiano.

Actualizado a
Mossa, Príncipe de Asturias

Nadie suele reparar en los laterales, un fenómeno extraño en el mundo del futbol. A camino entre defensas y atacantes no suelen aparecer en los guiones para papeles importantes. Pero cuando irrumpe uno, la cosa cambia. Mossa, zurdo de largo recorrido en el Oviedo, entró con fuerza en el derbi asturiano, el duelo que el Tartiere esperaba 14 años, para erigirse en protagonista de la victoria azul (2-1). Ni la lluvia, ni el barro, ni la defensa rojiblanca pudo con él.

El partido quedó condicionado desde el primer minuto por el excepcional ambiente del Tartiere. Como el Oviedo necesitaba poco para agitarse, encontró rápido la chispa. Una falta lateral sirvió para presentarse ante Mariño. Antes de los 15 minutos ya había sacado tres córners. Con el Oviedo volcado, el Sporting encontró una rendija para correr. Santos pisó el área pero Alfonso se hizo grande. Con la pelota paseándose en el área llegó Jony para chutar a la red: 0-1.

El Oviedo siguió basando su fútbol en el instinto, no le quedaba otra. Para entonces, Berjón ya era el punto de partida en cada acción. De sus botas salió, a los 30’, el servicio al área a Mossa que el carrilero empujó con la derecha a la red. Sutil golpeo para el empate. El árbitro invalidó un gol a Linares por fuera de juego antes de señalar el camino a los vestuarios.

A la vuelta, volvió entrar en escena Mossa, ese elemento no previsto en el guion. Controló en la derecha, levantó la cabeza y chutó pleno de confianza. La pelota se fue a la escuadra para hacer el 2-1. Estalló el Tartiere por segunda vez y se agigantó el Oviedo, que rondó el tercero en unos minutos en los que el Sporting parecía tocado.

Baraja buscó soluciones en el banquillo y como guiño al mercado de invierno puso en liza a Hernán Santana y Nano. No llegó la reacción buscada. Solo Nano inquietó a Alfonso con un derechazo cruzado en una contra. Pobre bagaje en el intento de remontar.

Resistió el Oviedo y gozó el Tartiere con una victoria que llevaba 14 años esperando. Decidió Mossa, el héroe con el que nadie contaba.