El Cádiz sigue a lo suyo

No consiguió el Córdoba manejar la posesión, ni la posición, en el inicio del partido, con un centro del campo bastante descolocado. Edu Ramos, en el papel de pivote ayudando a los laterales, no terminaba de encontrarse cómodo, mientras que su equipo no lograba controlar el movimiento del balón todo lo que le gustaría, sufriendo cada vez que los hombres de banda del Cádiz entraban en acción. 

De un robo nació el 1-0 a los siete minutos de partido. Álvaro García, respetando el fuera de juego, consiguió dejar atrás a Caro y Loureiro para plantarse ante Kieszek. En lugar de disparar, el utrerano optó por regatear al guardameta y rematar a placer. Ante el gol, los cordobesistas se vieron obligados a dar un paso adelante, llegando Guardiola a tener dos ocasiones claras de gol. Una la salvó Cifuentes con una excepcional parada, mientras que la otra se le fue desviada. 

Consiguió el Cádiz deshacerse del arreón verdiblanco, cuyos centros fueron diluyéndose con el paso de los minutos y los amarillos lograron volver a encontrarse con acercamientos, teniendo Dani Romera la oportunidad de hacer el segundo en el 37, al enviar al cuerpo de Kieszek, desde el punto de penalti, un centro raso de Álvaro García. Empate a acercamientos en la primera mitad, pero al descanso se fueron ganando los de amarillo. 

Fue el Córdoba el equipo que, en la segunda mitad, demostró más ambición de cara a portería, teniendo Jovanovic las ocasiones más claras. Alberto Cifuentes se lucía y el Cádiz sacaba su mejor versión defensiva, con la paciencia suficiente como para esperar la ocasión de rematar el partido. Y así fue, aunque le costó debido a la gran capacidad de repliegue de los pupilos de Jorge Romero. 

De una acción ‘made in Álvaro Cervera’ llegó el segundo gol del Cádiz. Carrillo, desde tres cuartos de campo, bajó la pelota y la elevó por encima de la defensa para que, nuevamente, Álvaro García cogiera la espalda a Caro, enfilara el camino a la portería visitante y batiera a Kieszek tras regatearle. Prácticamente, calcado al primer gol.