El Roma tumba a la Lazio en el derbi antes del Wanda
El próximo rival del Atlético en Champions se impuso a su vecino de la capital gracias a los goles de Perotti y Nainggolan. Immobile hizo el tanto visitante.
La era de los derbi post-Totti empezó con una gran alegría para el Roma: los de Di Francesco tumbaron al Lazio 2-1 sumando su quinta victoria consecutiva en la Serie A e interrumpiendo la gran carrera del equipo de Simone Inzaghi. La tarde comenzó con el emotivo homenaje de todo el Olímpico (lleno hasta la bandera) a Gabriele Sandri, hincha laziale asesinado por el disparo accidental de un policía hace 10 años. Su imagen fue el tifo preparado por la biancoceleste Curva Nord y su familia, presente en el césped, recibió aplausos y cariño desde ambas hinchadas. En los onces inciales, al final, sí estuvieron tanto Nainggolan como Immobile, dudas hasta pocas horas antes del choque.
El comienzo de la primera parte fue igualado, con poco ritmo y sin la intensidad típica del derbi. La primera ocasión fue giallorossa, con un testarazo de Dzeko que rozó el palo tras un gran centro de Perotti. Los de Inzaghi también se acercaron a la portería rival con un cabezazo, de Immobile, que recibió un pase de Marusic. Con el paso del tiempo el Roma aumentó su presencia en el área rival, sacando a sus 'cugini' las líneas de pase y cualquier intento de contragolpe. Los frutos, para el cuadro de Monchi, llegaron nada más empezar la reanudación: Kolarov, que vivió su primer derbi de giallorosso tras haber sido, del 2007 al 2010, una columna del conjunto de Lotito, penetró en el área desde la izquierda y cayó tras una entrada de Bastos, que para el colegiado Rocchi supuso un penalti. Perotti lo materializó con su típico y muy lento impulso, desatando la fiesta de la Curva Sud.
Poco después, Nainggolan le dio otro durísimo golpe a sus rivales, recibiendo un balón recuperado por el propio Perotti y batiendo a Strakosha con un poderoso derechazo cruzado que coronó una actuación monumental. Era apenas el minuto 53, para los de Inzaghi había tiempo de sobra para buscar la remontada. El VAR les echó una mano: Manolas desvió con el brazo en plena área un centro del recién entrado Nani, el árbitro había dejado correr pero, tras haber examinado las imágenes del videoarbitraje, sí concedió la pena máxima, que Immobile transformó encendiendo el último cuarto de hora del partido. Los biancocelesti, que llevaban nueve victorias consecutivas entre Serie A y Europa League, se volcaron al ataque, pero el 5-3-2 que armó Di Francesco para los últimos minutos les concedió muy poco, y el marcador no se movió. El triunfo confirma y, quizás aumenta, las ilusiones del cuadro giallorosso, que suma 30 puntos con un partido por recuperar. Colarse en la pelea por el Scudetto se está convirtiendo cada vez más en un objetivo real.
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