Un serio Leganés arruina el debut veraniego del Castilla
Los blancos jugaron sin los castillistas de gira con la primera plantilla. Guerrero y Koné marcaron para los pepineros. Redebutó Eraso y brilló Omar.

El Castilla de Solari debutó en pretemporada con derrota por 0-2 (goles de Guerrero y Koné) frente a un Leganés intenso que no le dejó respirar durante buena parte del partido. En descarga de los madridistas hay que recordar que se jugó sin los chavales que Zidane se ha llevado a la gira por Estados Unidos, la mayoría llamados a liderar la transición entre el primer filial madridista y la hornada del Juvenil A que, con Guti al mando, lo ganó todo el curso pasado.
El encuentro necesitó de tiempo para desatascarse. Tiempo para que la temperatura diera tregua a 22 piernas ya de por sí agotadas por la pretemporada. El mercurio señalaba los 34ºC cuando Vázquez González pitó el inicio. Poca broma. Tanto es así, que llegados al minuto 22 y 31 segundos (puntualidad casi impoluta), el árbitro decretó un tiempo muerto para hidratarse. También hubo parón en la segunda mitad (esta ve vez en el 22:21).
Pese a ello, pese al calor, y las fechas del calendario en la que estamos, los protagonistas ofrecieron desde el principio muestras de intensidad. La del Lega estuvo un peldaño por encima que la de un Castilla que tampoco se arrugó, pero que notó la diferencia de categoría. Tampoco le ayudó el entramado de un Garitano obsesionado ya desde pretemporada por la presión asfixiante y las líneas prietas. Es el ADN de su Leganés.
Fue así como los pepineros dejaron los primeros chispazos con sabor a peligro. En todos estuvo un Szymanowski hipercompetitivo (¿Amistosos? ¿Qué amistosos?) que rozó el gol en el 25’ con un disparo lejano. Dos minutos más tarde, León desvió a córner un pase de Zaldúa que dejaba al argentino sólo frente a Belman. Para entonces el lateral ex de la Real Sociedad ya había entrado en el campo en sustitución de Tito, con molestias. El ex del Rayo saltó al césped aprovechando el tiempo muerto.
Antes y después del parón, Mancebo y Campuzano fueron los nombres más destacados del Castilla. El primero se las tuvo tiesas con Rico. El segundo, vertical como pocos, protagonizó los dos únicos disparos con relativo peligro para los visitantes. Entre tanto, el Lega seguía a lo suyo. Un martillo pilón constante incluso en pleno mes de julio. Rutinas grabadas a fuego. Trampas constantes para el contrario. En una de ellas Rico se sacó un latigazo que forzó la parada de la noche. Belman hizo relucir los genes de su padre (ex portero del Zaragoza) para desviar a córner.
El Lega se sentía cómodo. La guinda a su confort sobre el césped del Di Stéfano no tardó en llegar cuando Omar puso la brillantina que todo partido necesita. Volcado en la banda derecha, de su zurda salió un centro preciso (también precioso) que Guerrero peinó dentro del área chica para, en el 37’, inaugurar el marcador. Lo celebró el toledano, pero todos abrazaron al canario, titular por primera vez desde que el 14 de enero un mal golpe contra el Athletic lo dejó fuera durante casi el resto de temporada. Su retorno es oro. Magnífica noticia para el Leganés.
Con el descanso llegó una tradición por estas fechas: carrusel de cambios. En el Castilla Solari sacó a todo su banquillo menos el portero Darío. Permanecieron sobre el césped Lin y Abner. Por el Lega, sólo Zaldúa repitió. Los otros diez jugadores iniciaron de suplentes. Entre ellos, cuatro canteranos (Dan, Mozo, Arribas, Williams y Reguera) y su penúltimo fichaje. Javi Eraso redebutó con la camiseta pepinera tras su periplo de dos años con el Athletic. Jugó de mediapunta.
Fue una segunda parte algo más compensada, en la que De Tomás metió mordiente al ataque del Castilla a la espera de un nuevo destino donde recalar. Lo mejor: su trallazo desde 40 metros que casi acaba en la escuadra de Kolorev. El Leganés, por cierto, preguntó por él hace tiempo, pero desde el Bernabéu pidieron unos dos millones por su traspaso. No hubo más llamadas interesándose por él desde el sur de la capital.
Su destello de calidad fue lo más destacado del segundo tiempo hasta que Koné puso la puntilla definitiva al marcador. El de Costa de Marfil marcó el 0-2 con un derroche de sangre fría. Sólo ante Moha, un suave toque con la derecha le permitió quitarse de en medio al arquero y marcar a puerta vacía. El crono marcaba el 81’. Pese a los nueve minutos que quedaban por delante, el choque quedó, oficiosamente, finiquitado con un nuevo triunfo pepinero en pretemporada, el segundo tras el triunfo contra el Fuenlabrada del pasado sábado.