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OPERACIÓN SOULE

El Mundo: los 42 embarques de Villar a La Roja que enfadaron a la plantilla y a Del Bosque

Los jugadores y Del Bosque se quejaron, pero Villar se excusaba: “No se puede privar a los más pobres de jugar con España”.

Actualizado a
Villar en Malabo durante el partido entre Guinea Ecuatorial y España
Juan FlorDIARIO AS

La operación Soule saca a relucir diariamente nuevos episodios desconocidos después de que Angel María Villar y su hijo Gorka entraran a la cárcel esta semana acusados de administración desleal, apropiación indebida, estafa, falsedad documental y corrupción entre particulares.

La última la publica este domingo El Mundo al asegurar que los ‘bolos’ de la Selección después de ganar el Mundial de 2010 indignaron a los futbolistas.

En total fueron 42 amistosos no oficiales. Muchos de ellos ante selecciones de nivel bastante inferior y en algunos casos en estadios vacíos. La gota que colmó el vaso fue el amistoso de España ante la selección de Guinea Ecuatorial en Malabo. La plantilla se desplazó al país regido por la dictadura de Teodoro Obiang después de un entrenamiento en Las Rozas. Los jugadores acudieron a un restaurante de la localidad madrileña de Torrelodones para cenar antes de partir hacia África y esta se prolongó hasta poner en riesgo el viaje. Finalmente se viajó aunque con varias horas de retraso.

“A ver qué embarque nos mete ahora la Federación”. Esta era la frase que repetían los futbolistas después de los amistosos que programaba la Federación Española de Fútbol, según El Mundo.

Otro viaje que levantó ampollas fue el que realizó La Roja a Argentina. Allí cayó 4-1 y hasta Del Bosque, siempre medido a la hora de opinar, se quejó. “Hasta Vicente del Bosque, que no se queja nunca, no entendía nada", desvela un integrante de la expedición al diario Crónica.

El exseleccionador llegó a presentar una queja a la RFEF, pero desde arriba se escudaban con el dinero que se iba a recibir por esos amistosos. "Le explicaba resignado a sus jugadores que se había quejado a la Federación pero que le habían dicho que estaban cobrando hasta cinco millones de euros por partido y que, por lo tanto, había que aprovechar el caché de la Selección", añade ese integrante.

Desde el entorno de Villar siempre salían las mismas excusas para estos partidos amistosos. "Estos partidos son necesarios para conseguir que España albergue de nuevo un Mundial", decía según el diario.

También tocaba la fibra a los que se quejaban de estos bolos al asegurar que “no se puede privar a los más pobres de jugar con España”.

España jugó 42 partidos amistosos desde el éxito en Sudáfrica. La mitad fueron ante rivales sudamericanos, cuatro ante asiáticos y dos contra africanos.