Isco le ganó el pulso a James Rodríguez a partir de mayo

En la final de Cardiff, Isco fue titular y terminó vitoreado por la grada tras dejar atrás a Alves en una jugada mágica, muy del malagueño. James vio esa acción desde la grada. Zidane ni siquiera le había convocado. Pero eso pasó el 3 de junio. En el arranque del curso la situación era literalmente opuesta. Cierto que tanto James como Isco se sabían suplentes cuando jugaba el sexteto de gala de mitad para arriba: Casemiro, Kroos, Modric, Bale, Benzema y Cristiano. Pero en septiembre todavía el colombiano estaba por delante (236 minutos a 38). Incluso, en enero aún lograba superarle en presencia en el campo (246’ a 232’).

Se veía una apuesta más firme hacia James en la Champions (el verdadero escaparate ante el mundo) y hacia el malagueño en la Liga. De hecho, hasta el partido de vuelta de cuartos de final en el Bernabéu con el Bayern Múnich (18 de abril), Isco había jugado en Europa menos minutos que Coentrao... Vuelco. Pero desde que Zidane apostó por la Segunda Unidad en partidos como los de Eibar, Leganés, Gijón o Coruña, Isco se apoderó de la escena y, aprovechando la lesión de Bale, derribó literalmente la puerta del once titular hasta hacerse con el sitio. En abril todavía los números eran parejos (361 minutos Isco y 333 James). Pero en mayo dio el estacazo el de Arroyo de la Miel. 308 minutos para él y 175 parfa James. Isco fue titular en todos los partidos clave del final. Ganó el pulso.