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VALENCIA

Marcelino: “Con los jugadores somos exigentes, no policías”

Marcelino atiende a AS en Mestalla, su nueva casa. Su mirada transmite ilusión; la mueca de su cara, felicidad; y, su verbo, responsabilidad.
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Marcelino en Mestalla, su nueva casa.
David GonzálezDIARIO AS

Para ser asturiano, le gusta mucho el Mediterráneo.

(Ríe) La vida me trae por aquí constantemente. Entre unas cosas y otras, más de 10 años de mi vida por la Comunitat (tiene 51). Jugué en el Elche, en el Levante... Después Vila-real y ahora Valencia.

¿Qué hacía Marcelino hasta la llamada del Valencia?

Cargar pilas y reflexionar sobre lo hecho hasta ahora. Y ver más fútbol que analizarlo, que no es lo mismo.

¿Al Villarreal lo ha visto o lo ha analizado?

Analizado, nada, y visto, muy poco. Me resultaba difícil, la verdad. No tengo ningún sentimiento negativo hacia el Villarreal. Al contrario. Le deseo lo mejor, pero me resultaba complicado verlo, quieras o no pensaba que podíamos estar ahí y prefería evitar pensarlo.

¿Recibió muchas ofertas antes de la del Valencia?

Afortunadamente sí. Pero no teníamos obligación de coger un proyecto a mitad y menos fuera de España, porque por normativa aquí no podíamos. Estuvimos cerca del Inter. Era un gran reto, pero no salió.

¿Por qué “sí” al Valencia?

Soy una persona que vive el momento y el momento fue cuando mi agente me dijo la posibilidad de reunirnos con el Valencia. Dije que “sí”. Ese día nos transmitieron seguridad. Había una coincidencia en el análisis de la situación y las soluciones a tomar.

¿Qué soluciones plantearon o acordaron?

En esas primeras reuniones intentas plasmar lo que somos y cómo actuamos. Creo que este club necesitaba, por nuestra parte, la suficiente rigurosidad y honestidad para iniciar un proyecto. Y así actuamos. Se trata de crear unas bases sólidas y está claro que hay que modificar el rendimiento del equipo.

¿Cómo se conjuga un proyecto a dos años con el fútbol, que solo atiende al hoy?

Primero con optimismo y con mucho análisis. Intentando no equivocarnos para crear esas bases sólidas. Si somos capaces de generar unos buenos cimientos, luego será ir añadiendo cosas para potenciar el equipo. Lo que hay que intentar evitar es lo de los últimos años, donde hubo un tránsito importante de jugadores...

Pero este año todo apunta también a una revolución. Usted mismo dijo en su presentación que la “plantilla va a sufrir un cambio amplio”.

La palabra revolución no me gusta. Y sí, va a haber cambios, pero potenciados por unos resultados que no han sido acorde a los esperados. Pero respecto a ese proyecto a dos años, lo que hay que intentar es en este primer año hacer una buena base y el año que viene añadirle más potencial.

¿Marcelino tendrá voz y voto en la planificación?

Se realizará de forma conjunta. Será a través del consenso como intentaremos tomar las medidas adecuadas para modificar la trayectoria del Valencia.

¿Que el Valencia venga de dos años malos es bueno para usted porque cualquier mejoría parecerá mucho o malo porque se parte de cero?

Ni bueno ni malo. Es el momento que es. Sabemos que el Valencia es un club con una gran historia, unos objetivos altos… y difiero contigo en que valdrá cualquier cosa. No venimos con la idea de que vale cualquier cosa. Venimos a sentar unas bases sólidas, a hacer un equipo competitivo, ganador, que conecte con la grada y del que todos nos sintamos orgullosos, sobre todo la afición, que lo ha pasado mal estos dos últimos años.

Todas las encuestas le daban como el favorito de los aficionados, ¿le da presión que la gente le quiera tanto?

Primero me supone una gran alegría, tengo que darle las gracias por esa confianza… pero la verdad es que sí, es una responsabilidad si cabe mayor. Cuando hay una afición como la del Valencia que confía en tu trabajo, tienes que trabajar duro para corresponderle.

¿Es su gran reto como entrenador?

Este es el mayor porque es el que nos toca vivir ahora. Pero para nosotros, cuando aceptamos cada uno de los proyectos anteriores, eran el mayor de los retos y por eso decidimos iniciarlos.

¿Cómo le sienta que le definan como un sargento?

En el fútbol se tiende a poner adjetivos a las personas o a la forma de trabajar. Y se confunde la dedicación con la obsesión; el rigor con ser intransigente. Este cuerpo técnico no tiene nada de sargento.

Pero se habla mucho de su rigor con la dieta y el peso.

Claro que miramos todas las variables de rendimiento. ¡Es nuestra obligación! Con los jugadores somos exigentes, pero no policías. Aconsejamos, pero no imponemos. Dialogamos siempre. Siempre. Nuestra puerta está siempre abierta al futbolista que quiere o necesita hablar con nosotros. Intentamos buscar un ambiente de trabajo de respeto y compromiso. En el fútbol, hasta que no se demuestre lo contrario, aunque haya jugadores muy buenos que son capaces de decidir partidos, son los equipos los que logran objetivos. El fútbol es un deporte asociativo, donde la unión de esfuerzos le hace ser a un equipo más competitivo.

¿Son los futbolistas del Valencia mejores de lo que dicta la clasificación en Liga?

Los futbolistas del Valencia tienen talento. Pero algo ha pasado para que el talento no siempre funcionara como equipo. Desde fuera puedo dar una opinión, pero hacerlo de forma detallada puede llevar al error.

Voro puede ayudarle.

Efectivamente. Nosotros intentamos recabar la información de las personas que convivieron con ese grupo para saber el por qué. O al menos para estar lo más cerca posible de saber los motivos y no equivocarnos.

¿Hay lista negra?

Ese un adjetivo más del mundo del fútbol que no comparto. Un entrenador tiene que se respetuoso y dentro del respeto está la sinceridad y la discreción. Nosotros tenemos una idea de juego en la cabeza. La plantilla del Valencia la entendemos como colectivo y ofreció un rendimiento que está claro que hay que modificarlo. Como cuerpo técnico no tenemos una varita mágica para modificar de forma inmediata rendimientos colectivos. Tenemos que buscar soluciones y cambiar algunos futbolistas.

¿Qué perfil quiere?

Buscamos incrementar la competitividad y hacer un grupo sólido, unido y con un concepto de juego. Y, además, con unos valores fundamentales: ambición, ganas de ganar, de competir, compromiso y solidaridad.

¿Va a hablar con los futbolistas con los que no cuenta?

No. Nosotros hablaremos a partir de la pretemporada. Antes no vamos a tener conversaciones individuales con ninguno. Nuestro trabajo empezará con los jugadores con los que trataremos de convivir y aunar esfuerzos.

En Mestalla hay una expresión que define parte de la idiosincrasia del club: “Un equipo bronco y copero”. ¿Qué Valencia quiere Marcelino?

La mayoría decís que nuestros equipos tienen una identidad. Pues eso buscamos. Partimos del trabajo colectivo, que es necesario e imprescindible. La organización es una base fundamental del equilibrio y rendimiento de un equipo. A partir de ahí, si tienes mejores individualidades y están al servicio del grupo, mejor. Buscaremos un Valencia que juegue bien al fútbol y que gane, y yo creo que ganar va unido a jugar bien.

¿Le sorprende que se le pregunte tanto por Parejo?

No me sorprende. Preguntáis lo que consideráis relevante y, además, Parejo es un muy buen futbolista.

Pero no se ha ‘mojado’ sobre si cuenta o no con él.

Sería injusto y debo ser respetuoso. Si hablo de uno, tengo que hablar de todos. Lo más oportuno, no por evadir la respuesta, sí por discreción, es no hacer valoraciones individuales. Que Parejo es un buen futbolista lo sabemos todos.

¿Qué plazo de cortesía pide Marcelino para que empiece a verse su sello en el Valencia?

No puedo pedir ningún plazo. Tenemos que ser conscientes de dónde venimos, dónde estamos y dónde queremos estar. Hay que reconstruir primero y después empezar a construir. Pero durante ese proceso, también hay que ganar.