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ARGENTINA

El banquillo de la albiceleste, uno de los más calientes

El banquillo de la selección argentina de fútbol es uno de los más exigentes del panorama futbolístico actual. El 'Patón' Bauza ha sido la última víctima.

Actualizado a
El 'Tata' Martino durante un partido con la selección argentina en la Copa América de 2016

El banquillo de la selección argentina se ha convertido en uno de los más calientes del panorama futbolístico. Pese a ser el equipo que lidera el ranking FIFA, su situación es alarmante, ya que puede quedarse fuera del Mundial por primera vez desde 1970.

El caso del 'Patón' Bauza es el más reciente. El seleccionador asumía su cargo después de la Copa América de 2016 y, poco menos de un año después, es cesado como técnico. El técnico rosarino venía de sustituir a otro rosarino, Gerardo 'Tata' Martino. El caso del 'Tata' fue distinto. El equipo no consiguió ganar ninguna de las dos Copa América a las que llegó la final y la AFA decidió cambiar de rumbo con la intención de asegurar su clasificación a Rusia.

En el último Mundial el seleccionador fue Alejandro Sabella. Para muchos, el único que supo sacarle buen rendimiento a Messi. El equipo estuvo invicto Brasil hasta la final. Sabella llevó a Argentina a la primera final de un Mundial que disputaba la albiceleste desde aquella que perdió la selección liderada por Maradona en Italia 90.

Antes había pasado por el banquillo un Sergio Batista que, sin pena ni gloria, disputó la Copa América de 2011. En aquella edición, Argentina no consiguió pasar de cuartos de final y terminó eliminada a primeras de cambio ofreciendo una versión muy pobre de su juego.

En el Mundial de 2010, el director técnico fue, nada más ni nada menos, que Diego Armando Maradona. Estuvo dos años. Su paso por la selección se recuerda más por sus frases que por sus hechos. Aquel mítico "que la Chupen y que la sigan chupando" después de ganar a Uruguay bajo la lluvia y certificar su billete a Sudáfrica, todavía se recuerda. La albiceleste llegó a cuartos de final, donde fue goleada por una arrolladora Alemania (4-0), en lo que supuso su último partido como seleccionador argentino ya que AFA no le renovó el contrato.

José Pékerman y Marcelo Bielsa estuvieron en las citas mundialistas de 2006 y 2002. Ambos con muy mala suerte.

A Pékerman se le recuerda más por quitar a Juan Román Riquelme en los cuartos de final ante Alemania que por los grandes partidos que jugó la albiceleste en la fase de grupos. Lo cierto es que con ese cambio la selección se dejó remontar ante los anfitriones, lo que supuso la eliminación.

Por su parte, Bielsa rompió todos los récords en Eliminatorias Sudamericanas en 2002. El entrenador que, dejó su cargo en el Espanyol para dirigir a su país, formó un equipo arrollador. Mantuvo la primera plaza, de hecho, en casi todas las jornadas. Con jugadores como Ariel Ortega, Hernán Crespo, Gabriel Omar Batistuta, Claudio López y Juan Sebastián Verón la selección argentina obtuvo 43 puntos de los 54 que estaban en juego. Pese a ello, quedarían fuera del Mundial de Corea y Japón a las primeras de cambio, de forma prácticamente inexplicable. Eso sí, consiguió la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004. Se mantuvo seis años en el cargo, el que más en la última década.

Alfio Basile fue el último técnico en darle un título a la selección absoluta argentina. Fue en la Copa América de 1993, en Ecuador. En aquel equipo brillaron Batistuta, Goycochea y Simeone bajo la batuta del carismático técnico y conseguir el que, por el momento, es el último trofeo que la selección absoluta argentina ha conseguido. También ganó en 2008 la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín.

La sombra de dos históricos como César Luis Menotti y Carlos Salvador Bilardo es todavía alargada. Ambos consiguieron llevar al país a lo más alto, eso sí, con dos estilos muy distintos. También son los dos últimos entrenadores que duraron más dirigiendo a su país, nueve y siete años respectivamente.

Ahora son muchos los nombres que se barajan para sustituir al ya cesado Bauza, pero claro está que dirigir a la albiceleste no es una misión sencilla.