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ESPANYOL-LAS PALMAS

Quique y la teoría de los espacios

No es de extrañar que en ese juego de espacios triunfara el equipo del otro Quique, Sánchez Flores, cuya obra pintada con orden y velocidad empieza a solidificarse.

BarcelonaActualizado a
Diego Reyes.
RODOLFO MOLINA

La lógica del fútbol. Cuando tienes el balón y atacas, dejas espacios. Si, además, eres Las Palmas y te entrena Quique Setién, utilizas todo el campo, en amplitud y profundidad, por lo que una pérdida de balón es una oportunidad para el rival. Y ese rival es un lobo hambriento si se llama Espanyol, el mejor equipo al contraataque de la Liga. No es de extrañar que en ese juego de espacios triunfara el equipo del otro Quique, Sánchez Flores, cuya obra pintada con orden y velocidad empieza a solidificarse en partidos como el de anoche, que le van como anillo al dedo.

Polos opuestos. Como García-Albiol (PP) y Rufián (ERC), quienes charlaban antes del partido en el palco, Las Palmas y Espanyol están en las antípodas del estilo, demostración de que en el fútbol —o en la política— cualquier pensamiento es válido para obtener la victoria. Fue curioso ver cómo ambos equipos estaban cómodos en su rol: los amarillos dominando el cuero, los blanquiazules más agazapados, esperando el error para salir como una manada. Tener más el balón no es sinónimo de victoria, ni tampoco el que más defiende es el que menos marca. Es un juego de equilibrios, una partida de ajedrez en la que los errores se penalizan.

Los goles. En esa disputa de errores, Halilovic golpeó primero en el gol de David López, el más rápido del Espanyol en este campeonato (segundo 55), al dormirse en la marca del canterano. Más clamoroso fue el fallo de Diego López, quien recibe demasiados goles desde fuera del área, un desliz en su inmaculada trayectoria en el Espanyol. El resbalón de Helder en el 2-1 de Gerard (gol 200 en este estadio en la Liga) lo compensó David López al caerse (protestó mucho la acción) en el 2-2 de Lemos, mientras que una pérdida en mediocampo propició el contraataque letal del penalti del 3-2. Los errores en un partido son infinitos y así se produjeron hasta el 4-3. Partidos así entretienen, son del agrado del aficionado y no tanto de los técnicos, pero al final son nobles, cada equipo con sus armas en busca del triunfo.

Homenaje. Seguro que disfrutó María Rosa Rojas Verdaguer, la socia más antigua, homenajeada al comienzo del encuentro, recordando los innumerables partidos que acumula a sus años. El Espanyol empieza a hacerse fuerte en Cornellà-El Prat, donde solo ha perdido uno de los 12 últimos encuentros jugados. Con 39 puntos, el Espanyol duerme a dos de la séptima plaza, una realidad por la que se puede seguir luchando con partidos como el de anoche.

Oportunidades. Titular nuevamente Javi López, Marc Roca, Caicedo o un David López ya consolidado en mediocampo, Quique sigue dándole vueltas al equipo, moviendo peones pero manteniendo la competitividad. Buena señal.