El Atlético pasa a cuartos ante un Sevilla que nunca se rindió

Con dos equipos españoles en liza, sólo uno podía lograr el billete para los cuartos de final de la Youth League y fue para el Atlético; el Sevilla se marchó del Cerro del Espino con un doloroso 3-2 tras haber remado casi todo el partido con nueve jugadores y empatado por dos veces a un Atlético incapaz de imponer su ritmo pese a contar con doble ventaja numérica. Mucho debe mejorar el bloque de Manolo Cano de cara a la siguiente ronda si quiere hacer carrera en un torneo exigente como éste. Medirá esa capacidad el 7 u 8 de marzo en cuartos de final el Salzburgo, que goleó 5-0 al PSG.

No debió sufrir ni de lejos tanto como finalmente sufrió el Atleti, pues a los 25 minutos el triunfo parecía poco menos que encarrilado. Un Sevilla dominador en los primeros minutos recibió tres mazazos en apenas 12’: Acosta adelantó al Atleti tras un grave error con los pies del meta Soriano, Calderón fue expulsado por roja directa (algo rigurosa) tras agarrar a Schiappacasse cuando éste ya se iba sólo a puerta y Viezma vio la segunda amarilla tras una falta de pura inconsciencia. Ventaja en el marcador y dos hombres más; ¿qué podría salir mal para el Atleti?

Esos males fueron varios en el segundo tiempo en el cuadro rojiblanco, aunque tomaron cuerpo de manera especial en la figura de Manny, el lateral izquierdo, un exatacante reconvertido a carrilero sin el aplomo de un defensor nato. Con una amarilla de la primera parte, cometió un penalti (muy protestado en el banquillo local) sobre José Alonso. El colegiado le perdonó la segunda tarjeta, algo que no sucedería al borde del final cuando cometió otra pena máxima, ésta sobre Pozo. Ambos penaltis los transformó Amo; entre el primer y el segundo, Salomón había hecho el 2-1 de cabeza, aprovechando otro fallo de un Soriano desastroso.

Manny encaró con lágrimas el camino de los vestuarios, consciente del lío que había formado para el Atleti, que tuvo dos veces el partido ganado y dos veces empatado ante nueve rivales (lo que no es perdido, pero poco le falta). Si algo bueno puede señalarse del juvenil de Cano es que fue persistente y certero en el ataque cuando debió serlo: cuatro minutos después del 2-2, el recién ingresado Clemente anotó el definitivo 3-2 tras revolverse en el área y chutar raso, con choque en un defensa incluido. La celebración de todo el banquillo ilustró la importancia que el juvenil le da a esta Youth League; entra en el tramo decisivo, donde sus errores ante el Sevilla pueden ser definitivos. Avisado queda.