"No tendría beneficio ponerse objetivos más ambiciosos"
El vestuario del Espanyol piensa solo en mejorar. A tres puntos del sexto clasificado, el equipo quiere acostumbrarse a vivir cerca de Europa pero sin caer en obsesiones.
"Ponerse objetivos más ambiciosos ahora mismo no tendría ningún beneficio". La frase sale del vestuario del Espanyol, que vive su mejor momento de la temporada después de sumar por primera vez tres victorias seguidas y colocarse empatado a 32 puntos con Eibar y Athletic, en esa séptima plaza que, virtualmente, puede dar derecho a jugar en Europa la próxima temporada si Barcelona o Atlético de Madrid se adjudican la Copa del Rey. La sexta plaza, en poder del Villarreal, está a tres puntos, mientras que el quinto (la Real Sociedad) será el próximo rival este viernes. "Los jugadores solo están pensando en sumar y en seguir mejorando. Nadie piensa ni habla de Europa", añaden. El mensaje está claro aunque ningún futbolista quiere poner freno a las ilusiones de los aficionados.
El cuerpo técnico no quiere que ningún jugador se descentre ni tampoco fijar objetivos que sean superiores a ese top diez establecido por el club, con tal de no generar ansiedad y volver a esos "pensamientos negativos" a los que se refería Quique en el inicio del curso. El Espanyol ha empezado este 2017 con fuerza y suma diez de los 15 puntos jugados, un ritmo solo equiparable a los equipos Champions del campeonato. El crecimiento del Espanyol desde el comienzo se explica principalmente en dos momentos.
En la jornada 10 el equipo salió de la zona media baja y se quedó a las puertas del top-diez con el triunfo por 0-1 ante e Betis. Pese a recibir tres goles ante el Eibar la semana anterior, la defensa empezó a dar síntomas de mejora y el equipo encontró el equilibrio sujetado por un extraordinario Diego López. Desde aquella fecha, el Espanyol no ha bajado de la duodécima posición.
El siguiente avance se produce después del triunfo en la jornada 15 ante el Sporting. Por primera vez, el equipo de Quique se colocaba entre los diez primeros, posición que únicamente abandonó después de perder ante el Valencia (fue undécimo) aunque empatado a puntos con el Eibar, que era el décimo, muy cerca de las posiciones europeas.
El triunfo ante el Málaga tres jornadas después puede suponer el tercer empuje de un equipo que cada vez se siente más seguro y fiable. Europa no debe ser un objetivo, sino un hábito, una convivencia natural que no nuble la visión de un equipo que va camino de cumplir o, por qué no, superar las expectativas.
Racha goleadora
Lo que comenzó siendo un problema se ha convertido en una solución. El Espanyol encadena ya ocho partidos marcando goles, lo que confirma la mejora del equipo en esta faceta del juego aunque siga siendo uno de los clubes de Primera que crea menos ocasiones. Pero en este Espanyol de Quique se valora más la calidad que la cantidad de los remates.
La última vez que el Espanyol terminó un partido sin anotar fue en el Calderón, cuando los blanquiazules lograron un meritorio 0-0. Desde entonces, el Espanyol goleó en los dos partidos de Copa (1-1 en ambos encuentros ante el Alcorcón) y en los seis de Liga que ha disputado: Sporting (2-1), Barcelona (4-1), Deportivo (1-1), Valencia (2-1), Granada (3-1), Sevilla (3-1) y Málaga (0-1).
En los anteriores 15 partidos del curso, los blanquiazules estuvieron cinco partidos más, al margen del encuentro del Calderón, sin ver puerta: Real Madrid (0-2), Celta (0-2), Villarreal (0-0), Las Palmas (0-0) y Athletic (0-0). Jugadores como David López, Navarro o Reyes se han sumado a los goleadores. Gerard Moreno y Pablo Piatti acaparan el protagonismo.