NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ATLÉTICO-ESPANYOL

La trampa de Quique fue letal

El Espanyol fue un diez sin balón, cerró todas las líneas de pase posibles y se agrupó en apenas 20 metros formando un telón de acero.

Actualizado a
Diego López y Griezmann.
GERARD JULIEN

Telón de acero. Simeone se llevaba las manos a la cabeza y Quique lanzaba besos a la grada, como un torero, después de cortar las dos orejas y el rabo. Y eso fue lo que hizo el técnico perico, en otra obra maestra de organización defensiva. El Espanyol fue un diez sin balón, cerró todas las líneas de pase posibles, se agrupó en apenas 20 metros formando un telón de acero, y dónde no llegaron sus piernas lo hicieron las manos de un inmenso Diego López, que acumula 496 minutos sin recibir un gol e iguala a Tommy N’Kono. Solamente Kameni está por delante en la historia blanquiazul, con 550.

Inteligencia táctica. Hablaba Quique de que era una noche para evitar trampas, pero la que le puso el Espanyol al Atlético fue letal. Si algún territorio no ha conquistado aún Simeone en el equipo rojiblanco es el ataque ante equipos que se encierran y apenas dejan espacios. Y ayer dio una nueva muestra de sus carencias ante un equipo blanquiazul cooperativo, solidario, que no solo achicó agua para que no se hundiera su Titanic sino que esuvo punzante en ataque y tuvo dos claras ocasiones (Gerard y Leo Baptistao) para marcar el 0-1. Un paso más de un equipo que hace de la defensa virtud, y que suple los pocos efectivos naturales en la zaga con el trabajo de todos.

Mirando el pasado. Quique fue el protagonista del partido y no solo por su planteamiento. La afición del Atlético, club que le guarda una gran admiración (y que no se olvida de él para el futuro), le rindió un pequeño tributo. “Eternamente agradecidos, Quique”, se leía una extensa pancarta rojiblanca en uno de los fondos del Calderón. El técnico, sensible con estos decorados, se sintió emocionado e incluso dio una especie de vuelta de honor al acabar el encuentro. Una imagen que podría haberse producido en Cornellà-El Prat anoche mismo: con un empate en el Calderón la afición se lleva un subidón después de un curso pasado repleto de penurias. Este empate es una señal de la meta a la que puede llegar este caminante de la Liga.

Silencio y aplauso. Antes de que diera comienzo el partido, el homenaje a las víctimas del equipo brasileño Chapecoense copó todas las imágenes. En un Espanyol cuyo capitán (Víctor Sánchez) llevó el brazalete arcoiris para apoyar la lucha contra la homofobia, Leo Baptistao se puso en mensaje en las espinilleras: Força, Chape. Y los aficionados rompieron a aplaudir cuando en el vídeomarcador apareció la imagen de Cléber Santana, exatlético fallecido. Un silencio roto por lo mejor que puede recibir un futbolista, el aplauso de su gente.

Dos tiros al aire. Los jugadores pericos se llevaron ayer ese reconocimiento, después de un esfuerzo encomiable. A diferencia de otros partidos y al margen de la entidad del rival, hubo otras buenas noticias, como la conexión en ataque de Gerard y Leo Baptistao, quienes protagonizaron las dos acciones más claras de gol. Dos tiros al aire que demuestran que el equipo empieza a estar equilibrado.

Diciembre de sueños. Diciembre se abre con este empate y después de la visita del Sporting llega el Camp Nou. Otro partido que requerirá que Quique escudriñe su cerebro y saque otra trampa letal, preludio de una dulce Navidad.