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REAL MADRID

Bale coge el timón del Madrid

Habitualmente en el punto de mira por su falta de continuidad y fragilidad física, se ha pedido ser el líder ante la peor sequía de Cristiano: ahora es el abrelatas blanco y se lesiona menos.

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Bale coge el timón del Madrid

Decía Di Stéfano, que algo sabía de esto, que el primer gol valía por tres. Y Bale, a juzgar por sus datos, debe de compartir la convicción. Tan interiorizado parece tenerlo que se ha empeñado en actuar en consecuencia: el galés ha abierto la lata en Anoeta, frente al Eibar (para hacer el empate a uno), en los dos partidos ante el Legia y contra el Leganés. En total, cinco veces, por las cuatro de Cristiano y una única de Benzema, sus socios de sigla.

Algo se empieza a mover en el Madrid: todas las musas que le hacen la cobra a Cristiano guardan cola en torno a Bale, decidido a aprovechar la peor racha del portugués (no le quedará mucho para romper a golear) desde que juega en el Madrid para ascender al trono. Este año parece el de la transición del galés: de la prudencia ocasional, a la iniciativa como norma. Contra el Leganés llevó el peso del ataque madridista: dos goles (suma siete, los mismos que Cristiano, y uno menos que el pichichi de la plantilla, Morata) y ocho remates. De pronto pareció que cada jugada debía pasar por su filtro para que continuase o tuviese finalización. Y Cristiano, mientras, al margen de la victoria de su equipo, perdía dos veces: una contra su ansia de gol y otra, contra sus críticos.

Pero la cosa con Bale va más allá de los goles y la incidencia en el sistema ofensivo: su radio de movimiento se extendió afuera de su hábitat natural. Corrió 10,4 kilómetros, más que cualquiera de sus compañeros. Varane, quien más se le aproximó, paró el cuenta en 10,16. Así respondió Gareth al nuevo toque de atención de Zidane: porque sí, aunque lo diga con tono conciliador y sonrisa simpática, el francés, cuando habla de falta de intensidad, lo hace advirtiendo de los peligros del dejarse llevar.

Que Bale conjugue de esta forma su importancia en el juego con su entrega está lejos de ser una casualidad: esta temporada, sólo ha sido baja en dos partidos por lesión (Supercopa de Europa y Espanyol), mientras que a estas alturas del curso pasado se había ausentado por problemas físicos en siete encuentros. Por todo ello, esta versión del '11' responde a las exigencias en lo futbolístico y en lo físico, las dos mejores señales para pensar que merece el timón del Madrid que progresivamente viene asumiendo. Y, por qué no, así hasta 2022.