El Málaga remonta en un minuto y corta la racha del Athletic
Los de Valverde jugaron con 10 desde el minuto 36 por la expulsión de Balenziaga. Sandro y Duda dieron la victoria a los locales.
Salió Duda y el Málaga empezó a sonreír. Se marchó Aduriz y el Athletic se amuralló, sesteó y lo pagó. Los blanquiazules no ganaron por fútbol ni arte. Jugaron de pena para no variar. Pero su coraje, la siesta de los leones y la autoridad de su capitán portugués le otorgaron tres puntos que le dan oxígeno y tiempo para hacer las cosas bastante mejor. Empero, el Athletic tiene motivos para reflexionar y darse capones por no haber sabido ganar al peor Málaga en mucho tiempo. Tuvo que salir Duda para poner coherencia entre los suyos y de los nervios al rival.
En su primera aproximación, el Athletic se adelantó en el marcador. Óscar De Marcos envía un balón largo, de campo a campo. Aritz Aduriz supera con facilidad a Diego Llorente, lento, poco atento y mal situado y fusila con facilidad a un Kameni que tampoco está en su momento más felino. Cuarto gol consecutivo, en cuatro jornadas, del gran goleador guipuzcoano.
Los hombres de Ernesto Valverde controlaban el partido con la pasmosa serenidad dimanante de un adversario caótico. Sin esquema, sin juego y sin ideas, el Málaga trataba de proyectarse a base de patadones de Llorente (otra vez desacertado) y Koné o con saques largos de Kameni cuyo destinatario siempre eran un jugador del Athletic. La alarmante baja forma de Camacho y el estancamiento de Recio no ayudaban a sus inéditos compañeros de ataque. Y la mochila de Juanpi cada vez pesa más.
A los 36 minutos Rosales recibe un balón de Koné. Balenziaga acude a la disputa del balón y Rosales pone una agresiva y dañina plancha que no viene a cuento. Balenziaga enloquece y patea al venezolano de manera macarra y absurda. Del Cerro Grande decide amonestar a blanquiazul y expulsar al rojiblanco. Debieron ser dos rojas. El partido se embrutece. Ricca se calienta con Raúl García y se gana una amonestación. En el camino Valverde tiene que meter un lateral izquierdo, Lekue, por un delantero (Williams).
Juande Ramos decidió retirar a Diego Llorente. En su lugar el potente En Nesyri, situando una defensa de tres con Bakary Koné como único central. Rosales lanzó un zurdazo que se fue rozando el poste. Primera ocasión del Málaga en 50 minutos. El Málaga se quiere echar hacia delante, como siempre, sin orden ni patrón. A los 61 minutos Valverde decidió poner un defensa, Etxeita, por Aduriz, que estaba siendo un dolor de muelas para los defensas del Málaga. Este cambió le pasó factura como después se pudo comprobar.
El Athletic plantó la muralla china y el Málaga no tenía ideas. A la desesperada, Juande Ramos sacó a Duda por un Charles que no apareció. A falta de plan bueno era intentar un milagro. Recio, en su línea acelerada, se llevó una amarilla por un manotazo sobre Beñat que, tranquilamente, pudo ser expulsión. El fútbol ramplón malagueño empezaba a ser reprobado por la grada. Más de una vez jugadas de ataque terminaban reseteando, cesión a Kameni y… la película de la marmota.
Duda fue providencial. Puso ideas nuevas, orden y serenidad en el mal fútbol de su equipo y es evidente que el Athletic se confió. ¡Tan fácil lo veía! A los 82 minutos la defensa del Athletic se duerme. Duda asiste a Sandro y el canario cruza con inteligencia. Un minuto después el héroe de la tarde, Duda, da la vuelta al partido con un tiro cruzado a centro del excelente Juankar.
Y entonces el Athletic se dio cuenta de que podía perder un partido que, pese a la expulsión que le lastró, tenía dominado. De nada le sirvió que Iraizoz se lanzara al ataque, expulsaran a Koné y Beñat tuviera una falta de las que le gustan. El Málaga, sin jugar a nada, ganó porque tuvo a Duda y el Athletic perdió porque menospreció a su rival.