Un hat-trick de Rubén Castro impulsa al Betis en Faro

El Betis se llevó la Copa Ibérica tras derrotar al Sporting de Lisboa en Faro gracias al brillante acierto de Rubén Castro, que anotó tres goles que bastaron para que los verdiblancos impusieran su dominio. Jonas y Sanabria encontraron sus primeras pinceladas de brillo en esta pretemporada en un duelo desequilibrado sólo con la puntería de Rubén Castro. Bastó con el canario. La vida sigue igual.

Poyet probó un nuevo sistema en este casi infinito despliegue de amistosos. El uruguayo se atrevió con una defensa de tres centrales, con Mandi como eje, y Cejudo y Durmisi como carrileros con más libertad. Un tridente de medios y dos delanteros trataron de incentivar una asociación que sólo se dio por momentos.

Poco tardó el Sporting en reflejar las carencias verdiblancas: una brillante acción de Bryan Ruiz fue suficiente. Amagó, recortó y asistió para que Alan Ruiz pusiera por delante a los portugueses. A la defensa bética sólo le faltó aplaudir.

Fue un primer cuarto de hora de dudas. Petros se hizo pequeño frente al potencial físico de William Carvalho, precisamente el perfil de jugador por el que suspira Poyet. Al Betis le costó reaccionar, pero lo hizo de forma fulgurante antes de la media hora, en dos brillantes acciones de contragolpe. En ambas fue protagonista Rubén Castro. El canario cabeceó un preciso centro de Sanabria en lo que es la primera conexión brillante entre ellos desde la llegada del paraguayo. Era el 1-1. Dos minutos después, fue Jonas el que confirmó su papel de buen llegador para asistir a Rubén Castro, que tras un recorte batió con un disparo seco la portería lisboeta. "Con la derecha es gol", bromeaba a Adán en un entrenamiento reciente tras una demostración de puntería. No lo sabía Rui Patricio.

Coincidió la reacción con los mejores minutos del Betis. El sistema de Poyet evidenció más facilidad para la presión y más presencia en la recuperación. Con Ceballos como brújula, el centro del campo fue más intenso y más preciso que el talentoso bloque del Sporting.

No varió demasiadas piezas el Betis en el segundo tiempo. Felipe Gutiérrez dio más mordiente en la medular y las líneas se retrasaron en busca de más espacios para los atacantes. Los encontró de nuevo Rubén, que recibió en el área rival, jugó con su defensor, inventó un pase para Sanabria y recogió el rechazo de Rui Patricio para completar su hat-trick con un remate a placer. Poyet sonrió, miró al banquillo y entregó minutos al resto de piezas presentes en Faro. Ya tenía la respuesta a su experimento.

Se apagó la intensidad verdiblanca tras el 1-3 y lo aprovechó un insistente Sporting. El balón parado traicionó a la zaga bética y al estreno de Manu Herrera. Slimani remató tras ganarle la partida al despistado Pezzella y despertó la emoción del choque.

El Betis sigue su carrusel de amistosos con otro duelo este sábado. Poyet mira a Torrecilla en espera de más refuerzos y con la certeza renovada de que su bloque tiene esperanzas en las que creer. Y en la mayoría de ellas se encuentra presente Rubén Castro.