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INTERNACIONAL

Viva la revolución: se aprueba en México la Regla 10+8

Esta regla admite 10 extranjeros y ocho nacionalizados por equipo. El Chivas, al estilo del Athletic, sólo acepta a los hijos de mexicanos nacidos en EE UU.

Actualizado a
El francés Gignac celebra un gol con el Tigres.
RONALDO SCHEMIDTAFP

Después de medio siglo de admitir un máximo de cinco jugadores extranjeros, México ha aprobado de golpe y porrazo que cada equipo pueda disponer en la nómina de cada partido de diez extranjeros y ocho mexicanos registrados antes de los 18 años. La llamada Regla 10+8 fue aprobada por la Liga Azteca con el voto a favor de 15 clubes antes del comienzo del Torneo Apertura, a mediados de mes.

El cambio de la norma ha provocado el fichaje masivo de extranjeros. Hasta la fecha, cuando aún falta un mes para que se cierre el mercado, ya son 170 los foráneos en la Liga MX: 61 argentinos, 29 colombianos, 16 chilenos, 15 uruguayos, 12 estadounidenses, diez paraguayos, nueve brasileños, nueve ecuatorianos, tres españoles (Abraham, Saúl Berjón y Víctor Vázquez), dos peruanos, un francés, un caboverdiano, un hondureño y un venezolano. Por contra, la medida ha causado el éxodo de jugadores nacionales, algunos campeones olímpicos que han tenido que inscribirse en la liga Ascenso MX, la Segunda, como Chartón Enríquez (Coras de Tepic) y Néstor Vidrio (Juárez), o campeones del mundo Sub-17 en 2011 como Briseño, La Momia Gómezo y Giovani Casillas.

Sólo un club mexicano se ha negado a fichar extranjeros. Es el Chivas de Guadalajara, de Jalisco. Admite sólo jugadores nacidos en México o hijos de mexicanos nacidos en Estados Unidos, el país que recibe más emigrantes aztecas. Su caso recuerda al del Athletic, en el que sólo juegan futbolistas nacidos en el País Vasco o hijos de vascos aunque hayan nacido fuera de España. Amorebieta, que es internacional con Venezuela y jugó en el Athletic, es uno de los casos más conocidos.

La nueva Regla 10+8 ha dividido al país. Muchos están a favor, y casi los mismos en contra. El presidente de la Liga MX, Enrique Bonilla, cree que “a medio y largo plazo esto ayudará a los jóvenes jugadores mexicanos a ser mejores futbolistas, y por lo tanto irá en beneficio de la selección nacional”, pero el presidente del Chivas, Jorge Vergara, piensa que “con esta avalancha de extranjeros los futbolistas mexicanos tendrán menos oportunidades y al final la selección perderá competitividad”. Otros clubes, como el Querétaro, ven en la nueva reglamentación una oportunidad de negocio. “Si cambia el modelo hay que volver al origen: la cantera. Aprovecharemos esta etapa para potenciar a los jóvenes de nuestras escuelas y sacaremos buenos futbolistas que se harán hueco y serán competencia para los extranjeros no sólo por precio, si no también por calidad”, sostiene Arturo Villanueva, el presidente del club.

Hasta ahora la abundancia de jugadores nacionalizados ya era un problema para México, un país en el que bastan dos años de residencia seguida para que latinoamericanos y españoles logren el pasaporte y cinco años en el caso de otras procedencias. Esto acumuló nacionalizados en los equipos. El América y el Cruz Azul tienen seis en sus plantillas; Morelia, Pachuca, Pumas y Querétaro cuentan con cinco.

Ahora, con los diez extranjeros permitidos, el problema se agrava. Tijuana y Veracruz han fichado a 13 extranjeros para el torneo Apertura; Tigres y Querétaro, a otros 24, doce en cada caso; 11 el América. Los que cuentan con menos extranjeros, de momento, son Pumas, Chiapas y Atlas, con media docena cada uno.

La nueva Regla estará en vigor esta temporada, pero a partir de la próxima y al menos para las dos siguientes se suavizará. Se permitirá un extranjero menos por equipo, nueve, y el mismo número de nacionalizados. En total 18 jugadores de los 23 de cada plantilla, por los 20 que ahora se permiten.