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Más parchís y bostezos en el vuelo de regreso a España

Ángel María Villar y María José Claramunt lideraron la repatriación. Piqué dio dos puñetazos en el portamaletas al comerle una ficha.

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Más parchís y bostezos en el vuelo de regreso a España
Javier G. Matallanas

España regresó ayer a mediodía de Francia. Abandonó su cuartel general de la Isla de Ré a las 11 de la mañana y se desplazó al aeropuerto de La Rochelle para coger el vuelo chárter de Air Europa que tenía prevista su salida a las 12:00 del mediodía, pero que finalmente despegó pasadas las doce y media. Se veían caras largas entre los internacionales y muchos bostezos porque tras llegar de París siguieron la rutina mayoritaria de toda la concentración de acostarse tarde, pero ayer tuvieron que levantarse antes y no era para la habitual sesión de spa. Se vio bostezar especialmente a Gerard Piqué mientras se subía al avión.

Ya en el aire los internacionales repitieron su principal actividad en todo el stage de la Eurocopa y varios grupos echaron esas partidas de parchís que se jugaban cada día y cada noche en el hotel Atalante de la Isla de Ré. El que más llamó la atención fue de nuevo Gerard Piqué que se levantó en dos ocasiones y golpeó el portamaletas con un fuerte puñetazo en ambas ocasiones con síntomas evidentes de enfado porque le habrían comido una ficha. En cada partida nocturna de la Isla de Ré se jugaban un mínimo de un sueldo de un tresmileurista, de ahí el mosqueo del central español por una posible mala racha. Se les notaba que se pican y se concentran mucho en el juego.

Sorprendió la presencia de Ángel María Villar encabezando la expedición. Se había apuntado que el presidente de la Federación Española de Fútbol se quedaría en Francia hasta el final de la Eurocopa haciendo las veces de presidente de la UEFA, pero quiso volver a Madrid a arropar a los internacionales y al seleccionador y a intentar dar la sensación de que no hay vacío de poder ni falta de liderazgo en la Federación, como lo hay en la dirección técnica y en la caseta.

Los enviados especiales que viajaban en la cola del avión solicitaron que Villar les atendiera para explicar los plazos del posible relevo de Del Bosque y Antonio Bustillo, director de comunicación de la RFEF, dijo que Villar no hablaba. Se requirió la comparecencia ante los medios de María José Claramunt, supuestamente directora de la Selección, para que diera explicaciones de la temprana eliminación de España. Pero la gente de prensa de la Federación comentó que Claramunt, también responsable de márketing, “ni hablaba ni iba a hablar nunca”.

Villar seguirá su táctica habitual, similar a la de Mariano Rajoy, de no hacer nada y dejar pasar los días sin dar explicaciones sobre la continuidad o no de Del Bosque, quien cree que aún puede convencer al técnico para que continúe hasta las elecciones a la RFEF.

Claramunt viajó en la primera fila, al otro lado del pasillo del que iba Villar, encabezando a los jugadores junto a Iker Casillas. El mítico exportero del Real Madrid no ha anunciado aún si se retira de La Roja, pero ayer dio la sensación de que era su último viaje con España. A la llegada a Barajas todos los internacionales se abrazaron para despedirse. La Selección ha vuelto a la etapa previa a 2008. Tiene que volver a aprender a ganar.