NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ARGENTINA

El Cilindro a los pies de Diego Milito en su despedida

El ídolo de Racing tuvo una emotiva despedida ante Temperley, que ganó 2 a 0 con un gol suyo. Los hinchas lo ovacionaron, y el '22' no pudo contener las lágrimas.

Actualizado a
El Cilindro a los pies de Diego Milito en su despedida

Diego Milito se despidió del fútbol como siempre lo soñó: en la cancha de Racing, el club de sus amores ovacionado por sus hinchas. En la madrugada había nacido su tercer hija Morena, que fue el vaticinio de una jornada plagada de emociones.

Habrán sido los nervios, porque Milito convirtió un penal y falló otro durante el encuentro. Pero será un dato anecdótico su fallo. Romero saldó el error, marcando el segundo tanto después de un rebote. Y ya con el triunfo la fiesta fue completa.

Al termino del partido se pagaron las luces del estadio, y se encendieron las de los celulares en las tribunas. Y los hinchas tuvieron unos minutos de comunión con su ídolo en el cual le regalaron una emocionante ovación. En el campo de juego, Milito lloró y saludó a las tribunas. También lloraban sus compañeros, que se acercaron a abrazarlo.

El Principe había regresado a Racing para cumplir un sueño, el de repetir aquel campeonato conseguido el campeonato Apertura 2001, un campeonato que rompió con la sequía de 35 años sin títulos del club de Avellaneda. Y regresó después de un descenso, para repetir la hazaña y volver a levantar un trofeo en el Torneo 2014.

¨Estoy tranquilo y me retiro en paz, habiendo cumplido un sueño, y con la camiseta que amo¨, dijo entre lágrimas al finalizar el partido. Fue dificil jugar hoy, tengo muchas emociones juntas, dijo después del partido y con lágrimas en os ojos.

El miércoles por la Copa Argentina, Milito se despedirá oficialmente del fútbol en Formosa, donde Racing cjugará por los 32avos de Final de la Copa Argentina frente a Gimnasia y Tiro de Salta . Y allí estará presente el capitán, para ya sí colgar las botas definitivamente.